La palabra monogamia se utiliza para describir un tipo de relación de pareja, la misma que mantiene un contacto sexual exclusivo. Proviene del griego μονογαμία y significa “de un solo matrimonio”. Asimismo, el término que aquí estamos analizando, está formado por tres elementos.
- Mono que refiere a uno solo, “uno”.
- Gamos que significa matrimonio, “unión”.
- Sufijo -ia que alude a cualidad (o a acción).
Por tanto, la palabra monogamia se usa para describir al tipo de matrimonio (o unión) en el que se mantiene una relación con una sola persona. Es un vínculo propio del reino animal en el que, además, este vínculo sexual exclusivo se da mientras dura el periodo de reproducción y de cría.
Asimismo, la monogamia, es el modo de relación más común en las legislaciones de muchos países, aunque existen muchos otros que aceptan otro tipo de vida matrimonial. Es importante destacar que, monogamia no es sinónimo de matrimonio, puesto que, existen otros tipos de vínculo matrimonial como, por ejemplo, la poligamia. Sin embargo, en lo que respecta a nuestra palabra, habla sobre una unión exclusiva entre dos personas, las mismas que mantienen un vínculo sexual, amoroso y romántico de modo único.
La monogamia, a su vez, supone un fuerte compromiso emocional, romántico y sexual entre las partes, y solo entre ellas. Es decir, no existe la posibilidad de que intervenga un tercero. Entre los animales también están los que practican la monogamia, es decir, tienen una sola pareja. La misma perdura lo que dure la temporada de apareamiento y la crianza. No obstante, existen animales que, al igual que algunas sociedades humanas, viven de modo monogámico.
Entonces, monogamia, refiere a una unión amorosa y sexual entre dos personas que impide la posibilidad de que haya otros cónyuges. Es un estilo de relación o modelo de pareja tradicional muy esparcido en las sociedades de Occidente. Sin embargo, en lo que va del siglo XXI, se han multiplicado otras formas de organización y vida amorosa más abiertas como, por ejemplo, el poliamor.
Origen de la monogamia.
El origen de la monogamia es un poco complejo, en el sentido que se desconoce el momento preciso en que los humanos decidieron este estilo de vida basado en una sola relación de pareja. Sin embargo, se sabe bien que, el ser humano no fue monógamo en su origen. Sencillamente, porque la evolución no se reduce a la idea de sostener una misma pareja durante toda la vida. Esto, más bien, responde a una idea social y, muchas veces, religiosa que afirma la concepción de “hasta que la muerte los separe”. Y, lo cierto es que, en el inicio de todo, las personas vivían en libertad de elegir con quién y cuándo mantener relaciones con otros.
Se estima, entonces, que fueron las imposiciones culturales, con una fuerte impronta religiosa, las que terminaron amoldando la vida en sociedad. Esto ocurrió, sobre todo, durante el periodo medieval, sin embargo, puede afirmarse que este tipo de matrimonio existía mucho antes. Los seres humanos se transformaron en seres monogámicos durante el Neolítico, periodo en el que el hombre descubrió la agricultura y la cerámica como mecanismos de subsistencia.
A partir de este cambio de vida, las personas dejaron la vida nómade propia de los cazadores y recolectores; y se asentaron de manera estable en diferentes poblados. Por lo cual, nos hace pensar que, la propiedad privada fue la razón principal por la cual se instaló la monogamia como estilo de vida matrimonial. Antes de esto, las sociedades de cazadores y recolectores, compartían todo tipo de actividad: desde la caza, la crianza de los hijos, el refugio y las relaciones sexuales.
Según estudios antropológicos y científicos realizados por la Universidad de Maryland, 43 de las 238 sociedades que existen en el mundo, guardan una vida monogámica.
Asimismo, el origen de la monogamia también está vinculado con una cuestión capitalista de oprimir a la mujer. Como cuerpo gestante, es quien da vida a nuevas generaciones que tendrán la responsabilidad de sostener una estructura económica. Por tanto, los hijos y las hijas debían ser de un mismo hombre. De este modo, se oprimía a la mujer, mientras que se daba flexibilidad a la vida sexual del hombre.
Si bien el origen de la monogamia se puede situar, también, como una idea de sostener un linaje; lo cierto es que no responde a lo meramente evolutivo. Desde este punto de vista, tener múltiples parejas daría paso a una expansión biológica más fiel.
Tipos de monogamia.
Podemos describir cuatro tipos de monogamia.
- Monogamia sexual: tipo de relación sexual que se desarrolla con una sola persona de modo exclusivo y único. Es decir, no se permite mantener relaciones íntimas con otra persona (u otras personas) que no sea la pareja aceptada como tal.
- Monogamia social: refiere a convivir con una sola persona, la misma con la cual se tiene una relación de pareja estable.
- Monogamia estricta: refiere a una unión erótica y romántica con una sola persona. La misma se da durante toda la vida. En algunos casos, esto se sostiene, incluso, después de la muerte de alguna de las partes.
- Monogamia seriada: relación entre dos personas que están determinadas a la vez. Si por diversas razones, deciden romper el vínculo de mutuo acuerdo, recién ahí, las partes serán libres de tener una nueva relación. Tipo de monogamia más común en Occidente.
Motivos para que exista la monogamia.
Existen muchos motivos para que exista la monogamia y, sobre todo, para que se sostenga frente a los demás estilos de vida de pareja que se están imponiendo. Veremos los que, desde su origen hasta nuestros días, se consideran las razones que justifican este tipo de relación matrimonial.
Protección de los hijos e hijas.
La monogamia surgió como una herramienta para cuidar de los hijos y de las hijas frente a la violencia externa. Lo que, antropológicamente, se denominó “infanticidio”. Esto quiere decir que, para nuestros ancestros, el modo de poseer a una mujer y poder aparearse, era matando a los hijos o hijas de estas, para que ellas estuvieran libres y sin ataduras.
Al estar la mujer abocada a sus hijos e hijas, dejaba de lado las exigencias del “macho”. El cual, solo deseaba satisfacer sus deseos sexuales. Además, para tener el poder sobre el cuerpo de una mujer, los machos se enfrentaban con la sola intención de aparearse. Entonces, el cambio de paradigma que invitaba al hombre a ser parte de la crianza de sus hijos e hijas, hacía que solo se quedara con la mujer que los engendró.
Evitar la reducción femenina.
En tiempos lejanos, la densidad de hembras (en todas las especies), era mínima. Por lo cual, se necesitó de un mecanismo que permitiera cuidar la generación femenina. Por tanto, un hombre debía quedarse con una sola mujer, cuidarla, defenderla y reproducirse solo con ella. De esta manera, se aseguraba la permanencia de mujeres y, además, el nacimiento de nuevas generaciones.
Acabar con las enfermedades.
Las enfermedades de transmisión sexual aparecen como otro de los motivos por el cual se instaló la monogamia como estilo de matrimonio aceptado. Según los científicos y las científicas, en sociedades pequeñas es poco probable que las infecciones de transmisión sexual persistan en el tiempo. Por tanto, si una persona solo mantiene relaciones sexuales con su pareja y con nadie más, se supone que no habría riesgos de contraer ningún tipo de enfermedad.
Herencia.
La herencia es otro motivo de la monogamia. Sencillamente, porque, este tipo de matrimonio, asegura una organización social que determina las cuestiones de índole económicas.
Dividir la propiedad en demasiadas partes implica una tarea compleja y, a veces, imposible. Por ello, la monogamia resultó ser un mecanismo apropiado para resolver el problema de múltiples herederos. De este modo, los únicos en recibir la herencia son los hijos y las hijas nacidos de una misma unidad familiar.
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Navicelli, V. (5 de agosto de 2022). Definición de monogamia. Origen, tipos y motivos de la monogamia. Definicion.com. https://definicion.com/monogamia/