Definición de desempleo

La palabra desempleo refiere a una situación en la que alguien no cuenta con trabajo. Está formada por el prefijo des- que niega el vocablo que acompaña (ya que se interpreta como privación, o falta de), y empleo. Esta última proviene del francés employer, que hace alusión a tener un trabajo.

Cuando señalamos que alguien carece de una fuente laboral significa también que esa persona no cuenta con un ingreso o con un salario.

El impacto del desempleo no afecta únicamente a los individuos sin acceso a una tarea remunerada y que necesitan ese ingreso. También, a largo plazo, puede comenzar a impactar sobre la estructura macroeconómica de un país o un Estado. Sin la debida atención por parte de los gobernantes, el riesgo de que el desempleo aumente es muy alto. 

En numerosas naciones se opta por prestar diferentes ayudas, generalmente económicas, para asistir a quienes se encuentran sin empleo. Esto se puede manifestar en forma de subsidios, que pueden ser por un plazo breve o durante un tiempo más extendido.

Características del desempleo.

Señalaremos a continuación algunos de los rasgos generales sobre esta problemática social:

• El desempleo afecta a quienes pueden trabajar, es decir, a aquellos que se encuentran en edad laboral. Más allá de la particularidad de cada país, este rango suele estar entre los 18 y los 65 años.
• Otra forma de definirlo es que ocurre cuando la demanda o búsqueda de empleo es superior a la cantidad de puestos que hay disponibles en el mercado.
• La cantidad de personas desempleadas al interior de un país puede verificarse en organismos en los cuales tal información está registrada. Sin embargo, cabe destacar que mucha gente se inserta en el mercado laboral de manera no formal, es decir, en empleos excluidos de las condiciones de trabajo tradicionales.
• Es uno de los primeros efectos de una crisis (económica, usualmente) en un país, ya que el inicial recorte ocurre en la planta de quienes trabajan.
• Las poblaciones más afectadas, de modo general, por el desempleo, suelen ser tres: jóvenes, personas adultas y las mujeres e identidades disidentes.

A propósito de este último punto, es posible profundizar más aún en las razones que lleva a tales grupos al desempleo.

En la población juvenil.

El desempleo juvenil, por una parte, cuenta con diferentes variables que se entrecruzan y hacen de esta problemática un asunto más complejo. De manera general, las causas se vinculan con los siguientes rasgos:

• Son un grupo propenso a trabajos informales. Frente a la necesidad de encontrar un empleo, es posible que accedan a oportunidades con salario bajo, donde las condiciones laborales no son óptimas y, por ende, son más vulnerables a futuro.
• Los jóvenes de grupos socioeconómicos más bajos tienen una mayor restricción a la hora de poder acceder a trabajos de calidad. Ya sea por la falta de educación, de oportunidades o por la imposibilidad de sostener esa responsabilidad por cuestiones externas, son fuertemente impactados por el desempleo.
• Por lo general, múltiples estudios de diferentes países coinciden en que el desempleo afecta en menor medida a los hombres, en comparación con mujeres o identidades disidentes.

En trabajadores de mediana edad.

Otro sector fuertemente afectado por el desempleo es el de la población más adulta. Las causas son múltiples, pero veamos algunas de ellas:

• Una vez desvinculados de sus puestos de trabajo, cuesta mucho más que accedan a otro empleo. 
• En varios países, aun cuando la edad de jubilación se estipula de manera oficial, las necesidades económicas fuerzan a los mayores a continuar trabajando en la vejez. La falta de oportunidades dentro de este grupo etario son dos variables peligrosas para los adultos mayores, ya que los expone a condiciones de trabajo inadecuadas y a la informalidad.

Desempleo y brecha de género.

En los últimos años, una problemática que ha cobrado cada vez más visibilidad en relación con el desempleo es la barrera de género.

De acuerdo con la nación, el desempleo según el género alcanza grandes diferencias. En Argentina, por ejemplo, se estima que hacia 2022 la diferencia llegó a superar el 20%; en otros países, la diferencia alcanza incluso el 50%.

Uno de los factores que influyen en esta situación se vincula con que, tradicionalmente, las mujeres han estado relegadas al ámbito del cuidado familiar. Esto posibilitó que los hombres pudiesen acceder a progresos salariales y cargos más altos por mucho más tiempo. De este modo, las tareas domésticas y la crianza de los hijos quedan, usualmente, bajo responsabilidad femenina. 

Además, hay labores que también se segmentan en función del género, como los trabajos de educación o los de servicio doméstico.

Otra razón que ha llevado a dicha desigualdad tiene que ver con otros roles asignados a uno y a otro género en relación con maternar y paternar. Mientras las mujeres son quienes suelen tomarse licencia (con el riesgo de perder sus empleos posteriormente), no ocurre lo mismo con el género masculino.

Aquí, una vez más, se ven involucrados estereotipos sobre el cuidado. La madre es quien debe cuidar al recién nacido, y no el padre: esto se ha intentado revertir en países como Argentina, donde se aboga hace tiempo por la extensión de licencias de paternidad.

Tipos de desempleo.

Existen 4 tipos de desempleo que pueden analizarse:

• Estructural: este tiene como raíz un profundo cambio en la conducta de adquisición de productos en los consumidores. Esto fuerza a que numerosos trabajadores queden por fuera del mercado laboral y que les sea muy difícil reinsertarse.
• Estacional: se vincula con situaciones de desempleo durante determinados períodos del año. Esto supone, entonces, una baja temporal de producción o de prestación de servicios, como sucede en áreas como la agricultura, el sector hotelero y/o turístico.
• Cíclico: caracterizado por cambios forzados por la situación económica (crisis económica, una recesión). Tiene un estrecho lazos con subas fuertes y bajas igualmente intensas en producción de productos y servicios.
• Friccional: a diferencia de los anteriores, este tipo de desempleo no se asocia con causas externas al trabajador, sino que es él quien decide tomarse un receso. Las razones pueden ser que quiere encontrar un nuevo puesto de trabajo, necesita culminar estudios o simplemente porque desea y puede tomarse el tiempo libre.

Su impacto sobre la sociedad.

Además del impacto sobre la economía personal y familiar, el desempleo también tiene efectos negativos sobre la salud humana.

Algunas de las consecuencias son las siguientes:

• Aumento en problemas de autoestima y de confianza: esto incrementa la autocrítica o el cuestionarse las causas por las cuales no es contratado nuevamente
• Incremento del nivel de estrés
• Sensación de culpa: la idea de que probablemente uno tuvo que ver con las razones del despido es otra variable muy común
• Pesimismo, negatividad, tristeza, ansiedad

Además de cuestiones ligadas con la salud mental, el impacto que el desempleo tiene sobre el cuerpo también es habitual. El insomnio es una de las problemáticas más recurrentes, al igual que molestias musculares y dolores de cabeza. 

Es posible que todos estos efectos del desempleo estén acompañados de una sensación constante y recurrente de irritabilidad y de enojo, dado que se confunde el estrés por no poder hacer algo útil. Asimismo, la falta de dinero y el consecuente impacto sobre las condiciones de vida refuerza la sensación de inestabilidad para el futuro.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (14 de junio de 2022). Definición de desempleo. Tipos, causas y características. Definicion.com. https://definicion.com/desempleo/