La palabra contingencia, del latín contingentĭa, alude a la posibilidad de que algo ocurra, o que no. Es, dependiendo del contexto, el nombre con el que se denomina también al riesgo de que se produzca, o no, una determinada situación.
Es común escuchar que en algunas ocasiones los países o algunos organismos construyen los llamados planes de contingencia. Estos sirven para prever algún escenario a corto o mediano plazo: de este modo, se analizan los factores de riesgo y se construyen medidas en caso de que ese suceso ocurra.
El término en latín surge a su vez del concepto contingĕre, que significa suceder u ocurrir.
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Características.
Algunos rasgos de la contingencia (como evento posible de ocurrir a futuro) son los siguientes:
- El hecho de que ocurra acarrea cambios muy profundos en el orden que hasta ese momento existe
- Tales cambios pueden ser positivos, y hacer más favorable la situación, o pueden ser negativos y afectar profundamente el panorama
- Suele emplearse como sinónimo de términos como riesgo o posibilidad
Estos rasgos generales conciernen a los diferentes tipos de contingencias que pueden tener lugar. Esto significa que, para que ocurran, muchas veces es necesario que existan condiciones específicas. Esto es en última instancia lo que determina la probabilidad de que algo suceda o no.
Suele ser un concepto ampliamente utilizado en áreas como empresas de seguros, que trabajan con la posibilidad de que algún imprevisto ocurra en algún momento. Por ejemplo, existen seguros contra accidentes, contra catástrofes naturales, seguros de vida o seguros que cubren en caso de alguna enfermedad.
Por tal motivo, muchas veces las contingencias se consideran a partir de tres niveles:
- Contingencias críticas: las consecuencias de este escenario son muy graves, en ocasiones no puede ser posible solucionarlo en un corto o mediano plazo
- Contingencias severas: si estos escenarios ocurren, los costos serán elevados aunque las posibilidades de que la recuperación a corto plazo ocurra es posible
- Contingencias leves: estos escenarios no suponen ni daños en la vida ni elevados costos de inversión. Puede haber recuperación tras los daños en un muy corto plazo
Algunos ejemplos.
Cuando se piensa en diferentes tipos de contingencias, es común que surja el concepto de plan de contingencia. Este abarca una serie de medidas, objetivos y estrategias que se orientan a ayudar a disminuir el impacto negativo del escenario menos deseado. Veamos cómo es posible trabajar en ello desde múltiples áreas:
Contingencia ambiental.
Desde una perspectiva medioambiental, un plan de contingencia se activa cuando se sospecha que la población puede estar expuesta a un potencial peligro vinculado con contaminación, catástrofes naturales y otros sucesos similares.
Este tipo de medidas preventivas tienen como fin evitar que los ciudadanos se sometan a riesgos físicos y de salud.
Una vez que se detecta en el ambiente el potencial peligro, las autoridades competentes del área deben alertar a la población al respecto y poner en marcha las medidas necesarias. Esto reduce los daños a personas, a su salud y, potencialmente, el costo económico del peor escenario.
Contingencia aeroportuaria.
Los planes de contingencia también pueden elaborarse en lugares como aeropuertos. La finalidad de estos planes es asistir a la población que parte y que llega cuando ocurre un imprevisto en los servicios (por ejemplo, una interrupción en los vuelos o un accidente). Otro objetivo de estos planes es que se trate de mantener el flujo de otros vuelos disponibles en tiempo y forma, sin alterar toda la estructura de viaje.
Contingencia laboral.
En el ámbito laboral, existe el concepto de contingencia laboral que, como en otros casos, supone un evento repentino que ocurre en dos espacios:
- en el lugar físico de trabajo
- en el trayecto desde el domicilio del trabajador hasta el domicilio laboral
Si bien en cada país esta indicación puede variar, en términos generales estos sucesos repentinos tienen lugar a partir de accidentes o enfermedades. De este modo, el trabajador o la trabajadora no podrá hacer uso pleno de sus facultades y habilidades para desenvolverse en sus labores de forma óptima. Frente a este escenario, es importante que los trabajadores puedan contar con una cobertura que le permita realizar el tratamiento adecuado y dedicar el tiempo necesario a su recuperación.
Es fundamental que, además, se respeten estos derechos y garantías de los empleados principalmente si estos accidentes se dan en el espacio laboral (es decir, mientras se trabaja). También es igualmente importante si la enfermedad es consecuencia del trabajo realizado.
Un caso particular: pandemia y contingencia sanitaria.
Hacia 2020, la mayoría de los países se vieron envueltos en un escenario de emergencia sanitaria. Esto ocurrió como resultado de la pandemia por COVID-19 que tuvo a Wuhan (China) como epicentro.
Durante los últimos días de 2019, y principios de 2020, cada vez más naciones enfrentaban nuevos casos de coronavirus, nombre que recibió la enfermedad. Esto se debió a diferentes factores:
- El riesgo de contagio, en aquel momento, era muy elevado
- Este riesgo se potenció a partir de viajes en avión y reuniones donde las personas contagiadas transmitían el virus a otros
- La mayor parte de la gente desconocía la peligrosidad de esta enfermedad que provocó miles de muertes hasta mediados de 2020, aproximadamente
En ese contexto, cada país puso en marcha un protocolo frente a la emergencia sanitaria. Este plan de contingencia por el avance del virus consistió, en primer lugar, en reducir casi totalmente la circulación de gente en las calles, la restricción de vuelos internacionales y nacionales y la suspensión de la presencialidad (laboral y educativa, entre otras).
Posteriormente, una segunda etapa se centró en iniciar las investigaciones correspondientes para desarrollar vacunas. Diferentes naciones las produjeron, y poco a poco gran parte de la población mundial obtuvo su dosis para aminorar los efectos de un potencial contagio (por primera, segunda o tercera vez).
En economía.
En una disciplina como la economía, el concepto de contingencia es empleado en relación con dos términos:
- activos
- pasivos
Los activos contingentes, por una parte, son un ingreso de dinero a futuro que se espera que exista. Es una posibilidad, no un hecho.
Por este motivo, lo que se aconseja al momento de analizar los ingresos, gastos y demás operaciones de una cuenta es que no se los plasme en libros contables ni que se haga un registro de ello. Esto tiene que ver con que, al no ser un monto de dinero con el que efectivamente se sabe que se va a contar, no es posible hacer operaciones financieras con él. Dicho de otro modo, si se ingresa en los registros contables, deja de ser contingente.
Los pasivos contingentes, por otra parte, suponen obligaciones a futuro. Su naturaleza y funcionamiento es similar a la de los activos contingentes. Esto significa que no es posible asegurar con absoluta certeza que puedan cumplirse esas obligaciones próximas ya que dependen de múltiples factores.
Por ejemplo, la empresa o la persona que asume esta obligación (deudas, créditos) debe contar con el dinero al momento de tener que saldar dicha deuda. Eso es algo que, en un mediano o largo plazo, no es algo posible de asegurar completamente. Un ejemplo común de pasivos contingentes, de potenciales obligaciones que pueden contraerse, son los juicios laborales.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (28 de octubre de 2022). Definición de contingencia. Rasgos, tipos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/contingencia/