Técnica de estudio hace referencia a una serie de procedimientos o herramientas eficientes para que el conocimiento se almacene mejor en la mente de un estudiante. Puede pensarse en una estrategia a seguir para mejorar el rendimiento y lograr resultados óptimos a la hora de fijar ciertos aprendizajes, sobre todo, académicos.
Está compuesto por dos vocablos que, en su independencia, ayudan a profundizar qué entendemos por técnica de estudio.
- Técnica: es una palabra que deriva del griego τεχνικός o «tekhnicos» que refiere a «aquel que hace». Es decir, habla de una destreza y de una habilidad para llevar adelante algo.
- Estudio: derive de latín studium, y hace alusión a una aplicación hecha con cuidado. Asimismo, estudiar, significa poner empeño para comprender o aprender algo.
Entonces, ambos vocablos justos refieren a una habilidad para aprender algo. Para lograrlo, existen ciertas herramientas que allanan el camino y permiten al sujeto localizar aquello que debe aprender y almacenarlo en la memoria con firmeza y garantía de que perdurará en el tiempo.
Las técnicas de estudios suelen aplicarse a edades muy tempranas, ya que resultan indispensables para el resto de la vida estudiantil de una persona. Conociendo estas herramientas, el escolar tendrá un mejor rendimiento y aprenderá a organizar mejor el modo en que gestiona su praxis educativa.
Asimismo, existen muchas técnicas de estudio, pero no todas se aplican de la misma manera para cada sujeto. Hay personas que tienen mayor retención de información que otras y, el uso de una técnica o de otra dependerá de la eficacia de la misma, pero para cada estudiante en particular.
Índice de temas
Características de una técnica de estudio.
Como bien mencionamos, una técnica de estudio es una herramienta que permite finar conceptos de manera eficiente. Si bien existen muchas formas de hacerlo, cada estudiante tendrá mejor rendimiento con una en particular. Entonces, la técnica de estudio sirve para facilitar, al estudiante, la tarea de fijar ciertos conocimientos de manera práctica.
Una técnica de estudio permite:
- Sintetizar la información.
- Abarcar de modo eficaz la temática de un contenido.
- Actualizar datos a nivel intelectual.
- Potenciar la memoria y el razonamiento.
- Comprender los textos.
- Interpretar las ideas.
- Organizar y planificar el tiempo de estudio.
- Mejorar el rendimiento del estudiante.
Es importante destacar que, cada técnica de estudio, también se adapta de acuerdo al nivel de estudios en el que se encuentre la persona en cuestión. Si bien pueden utilizarse las mismas técnicas, ya sea que se esté cursando bachillerato o la universidad, no cabe duda que el tipo de exigencia a la hora de trabajar con la estrategia o herramienta elegida, no va a ser la misma. Con esto queremos hacer mención a que, se deberá poner más atención y, sobre todo, más dedicación (en tiempo) para fijar conceptos, ideas, conocimientos, de la mano de la técnica escogida para tal fin.
Tipos de técnica de estudio.
Existen muchas técnicas de estudio y cada una de ellas se amoldará a un tipo de autogestión académica. Esto quiere decir que, es el mismo estudiante quien evalúa la herramienta que mejor se adapta a sus tiempos y modos de aprender.
Entonces, si con el estudio la persona pretende lograr ciertos resultados, deberá decidir qué herramienta se ajusta mejor a su personalidad, formas de organización, capacidad de atender y retener datos, etc. Como toda técnica, cada una de las estrategias que veremos a continuación, suponen una regla a seguir o, mejor dicho, un método. Esta es la única vía para lograr resultados eficientes en la tarea de estudiar y adquirir nuevos conocimientos.
Para tomar apuntes.
Tomar apuntes es, quizás, la primera de las técnicas de estudio que todo estudiante debe aprender, pues le permite identificar cuáles son los conceptos o ideas principales de la materia que está estudiando. Y esto lo logra con solo prestar atención a lo que está escuchando en clase. Es decir, la tarea de tomar apuntes es algo que ocurre dentro del espacio áulico y tiene que ver con anotar aquello que el docente dice y que, según la estructura mental del estudiante, resulta relevante.
Se la considera una de las etapas más críticas del proceso de aprendizaje, pues se requiere de mucha (y buena) atención. Tomar buenos apuntes luego se resume en un proceso de estudio mucho más sencillo. Mucho del conocimiento quedó almacenado dos veces:
- Cuando el docente dio la clase con claridad y el estudiante pudo retener dicha información rápidamente.
- Cuando, al estar en clase, el estudiante tuvo la habilidad de anotar palabras claves, ideas relacionadas o el discurso propiamente dicho del docente.
Tomar apuntes en clases significa que, luego, el estudiante recordará mejor los detalles de aquel día de exposición solo con ver las anotaciones que hizo. Esto se logra porque, al atender y escribir, el conocimiento ya fue almacenado correctamente.
Método Cornell.
El método Cornell es una técnica efectiva para tomar apuntes y está pensado para hacerlo mientras se está en clases. La propuesta es no perder detalle de todo lo que acontece y saber apuntarlo bien, para luego ser capaz de recordar el día de la exposición con mucha más claridad.
Supone desarrollar dos habilidades en el estudiante:
- Escucha activa: este método exige al escolar tener la capacidad de estar 100 % atento a lo que ocurre en clases y no dispersarse con nada.
- Clasificar la información: esto debe hacerme a medida que se toma apuntes de la clase. Para ello, los datos que se brindan se separan en apartados, en grupos, con diferentes colores, etc.
Este método colabora en lograr apuntes más claros y, sobre todo, organizados. Los mismos será un gran insumo a la hora de repasar el contenido visto con mucha más rapidez.
Para mejorar lectura.
Para mejorar la lectura es indispensable practicar la velocidad, pues esto permite comprender mejor lo que se lee. Esto ocurre, básicamente, porque leer con fluidez implica prestar atención y, por tanto, entender mejor el material que se tiene en frente. Implica, además, conocer el significado de las palabras y ampliar el significado global de dichas palabras en la generalidad del texto.
Velocidad de lectura.
Lograr una mayor velocidad de lectura implica aumentar la cantidad de palabras que se lee por minuto, pero esto no supone leer con rapidez, sino que, es importante leer con fluidez y comprender lo que se leyó.
Para eso, un buen consejo es, usar un cronómetro y marcar un minuto. Leer en voz alta durante ese minuto y, cuando este se haya alcanzado, contar las palabras que se leyó efectivamente y, sumar, una pequeña síntesis de lo que se comprendió.
Para sintetizar.
Para sintetizar la información se pueden utilizar herramientas como las siguientes:
Resumen.
Consiste en reducir un contenido extenso en otro más breve que reúna la información más relevante. Esto supone una lectura activa del texto, una nueva lectura en la que se procederá a subrayar ideas principales o hacer anotaciones al margen. Luego, esa información destacada se extrae del texto y se vuelca en una nueva hoja, pero con las propias palabras del que realiza el resumen. Qué comprendió de aquello que se leyó y de las ideas que se marcaron como principales.
Esquema.
Esa misma información que se subrayó y que se marcó como valiosa en el texto, ahora se vuelca en un esquema, es decir, en una representación gráfica de las ideas y de los conceptos más importantes del texto.
Mapas mentales.
A partir de un concepto central surge una lluvia de ideas que no son más que ramificaciones de dicho concepto y que se asocian, a su vez, con otras ideas principales del texto.
Citar este artículo
Navicelli, V. (17 de junio de 2022). Definición de técnica de estudio. Características y tipos de técnicas de estudio. Definicion.com. https://definicion.com/tecnica-de-estudio/