Un proyecto de inversión es una empresa en la que es necesario tener recursos para poder ser ejecutada, y que es evaluada a nivel financiero para medir cuán factible es en el plano económico, contrastándolo con su viabilidad en términos técnicos, ambientales, sociales y jurídicos.
En el ámbito de la administración empresarial, un proyecto es algo que nace de la necesidad de resolver un problema, y puntualmente un proyecto de inversión es producto de la necesidad de determinadas personas u organizaciones de aumentar las ventas de un producto o servicio. Hoy por hoy, existen numerosas herramientas para evaluar estos proyectos, que brindan la posibilidad de comprender fácilmente sus desventajas, su rentabilidad o su viabilidad.
Índice de temas
¿Cómo evaluar un proyecto de inversión?.
Para evaluar proyectos de inversión, hay numerosas herramientas, pero también es algo que pueden hacer los individuos o empresas de forma manual.
Gracias a esta evaluación, podremos analizar un proyecto y comprender varias aristas que nos permitan tomar las mejores decisiones en función de llegar a buen puerto con lo que nos proponemos.
Si bien hay varios tipos de proyectos, hay una tendencia hacia la utilización de una misma metodología para someterlos a evaluación.
Los pasos que necesariamente deben seguirse para poder evaluar un proyecto de inversión son:
- Analizar el mercado.
- Analizar los recursos técnicos y operativos.
- Analizar ambientalmente el entorno del proyecto.
- Analizar el proyecto desde un punto de vista legal y administrativo.
- Hacer un análisis desde la óptica de la economía y las finanzas.
- Comprender el entorno y el contexto socioeconómico.
- Generar una retroalimentación.
- Proponer un resumen y conclusiones de lo analizado.
Luego de la evaluación, los escenarios posibles respecto a lo que sucederá con el proyecto son tres:
- Se hace el proyecto: Se toma esta decisión tras encontrar un resultado positivo, en el que el proyecto es factible en lo económico, social, ambiental, jurídico y en relación con el mercado. Además de su viabilidad, el proyecto arroja una rentabilidad, por lo que se toma la decisión de cumplir con los plazos que se habían planificado con anterioridad.
- No se hace el proyecto: Esta es una decisión que se puede tomar luego de la evaluación en todas las áreas mencionadas, que arroja un resultado que sugiere que alguna o varias de ellas son inviables. Esto puede ser por la ausencia de rentabilidad, o bien por no cumplir con las normativas legales vigentes, o por tener el proyecto consecuencias de gravedad en el medioambiente, o por el riesgo que supondría una comunidad que se manifiesta en contra de la empresa.
- Se posterga el proyecto: Puede ocurrir que el proyecto cumpla con lo necesario para ser llevado adelante, pero que no sea pertinente su ejecución en los plazos señalados. Por ejemplo, una pandemia, una crisis económica, u otros factores externos a la empresa. Si el proyecto igualmente es bueno, pero surgen razones como estas, se puede tomar la decisión de postergarlo, lo que implicaría, básicamente, modificar los plazos establecidos.
La planificación en los proyectos de inversión.
Para llevar a cabo un esfuerzo como lo es un proyecto de inversión, es fundamental contar con una planificación elaborada, sólida y estudiada, para así poder maximizar la rentabilidad de los recursos puestos en funcionamiento con un fin determinado.
Gracias a la planificación, los proyectos de inversión son un poco menos riesgosos para las organizaciones, que pueden utilizar esta herramienta para elaborar estrategias de inversión, que a veces necesariamente llevan a la inmovilización de capital económico a largo plazo.
Impacto de los proyectos de inversión.
Un proyecto de inversión puede cambiar todo en tan numerosos ámbitos, que son pocos o nulos los espacios en los que no tendría impacto.
Por ejemplo, se puede elaborar un proyecto de inversión para construir un edificio, y este puede ser un hotel, una escuela, un hospital o un hogar familiar. Además, podría ser un edificio de oficinas, o una planta productiva.
En todos los casos mencionados, el proyecto de inversión impactaría en la vida de determinadas personas. Pero, además, en muchas ocasiones, en las sociedades que las rodean, por ejemplo, generando nuevos puestos de empleo, o brindando posibilidades de una escuela u hospital más cercanos, o bien contaminando y enfermando a toda una población.
Por todo esto que se menciona, es fundamental que en la etapa de evaluación se consideren todos los aspectos mencionados, que van desde lo particular de una organización hacia el análisis ecológico, socioeconómico y de otros aspectos de las sociedades en las que se inserta.
Cómo financiar un proyecto de inversión.
Las fuentes para financiar un proyecto de inversión pueden ser muy variadas. Sin recursos económicos, es imposible llevar a cabo esfuerzos de este tipo. Entre algunas de estas fuentes, podemos nombrar:
- Instituciones bancarias: Si el historial rentable de una organización arroja un resultado positivo y con tendencia a aumentar, los bancos ofrecen préstamos crediticios para pequeñas, medianas y grandes empresas, que permiten financiar proyectos para generar un crecimiento mayor, con tasas de interés atractivas y a pagar en más de un año.
- Inversores: Los inversionistas son opciones que siempre se tienen en cuenta en estos ámbitos. Si estos son participantes activos del mercado, podrán saber que es rentable poner sus recursos en empresas que se encuentran en pleno crecimiento, que solo necesitan ayuda para apalancar lo que ya tienen construido para generar aún más ganancias.
- Propietarios: Los dueños o la persona dueña de un negocio pueden financiar el proyecto con sus propios recursos económicos.
Etapas para la ejecución de un proyecto de inversión.
En líneas generales, un proyecto de inversión debe atravesar estas etapas:
- Formulación: Esta etapa de pre-factibilidad se utiliza para formular y determinar el proyecto. Se fijan las metas genéricas y las puntuales, y se reúne la información necesaria para evaluar el proyecto.
- Diseño: Con la planificación general de la inversión ya realizada, se pasa a elaborar un diseño en detalle para ser llevada a cabo. Es una segunda etapa para planificar, pero más detallada, en la que se traza la planificación concreta de cada actividad que el proyecto implicará. Al final de este paso, se harán nuevos controles y evaluaciones para poder asegurar que el diseño se corresponde a lo que se decidió previamente.
- Operación y puesta en marcha: Como bien indica la forma de nombrarlo, en este paso el equipo que se encarga del proyecto lo llevará a cabo. Dependiendo del proyecto, esta puede ser una etapa breve o duradera, y puede tener involucrados diversos modos de feedback o de retroalimentación, que van a ser de utilidad en la etapa próxima.
- Evaluación: Esta es una etapa de control. Esté o no culminada la vida útil de un proyecto, normalmente se cierra el ciclo con una etapa que sirve para evaluar. Para esto, se recoge la información operativa del proyecto y se cotejan los resultados obtenidos con los que habían sido planificados previamente. Así, se puede proceder a tomar decisiones necesarias, y se responden las preguntas relativas a si se alcanzaron o no los objetivos propuestos, y si puede mejorarse el diseño del proyecto para volver a implementarlo de otra manera en el futuro, y cómo.
Citar este artículo
Krause, G. (16 de febrero de 2022). Definición de proyecto de inversión. Evaluación, planificación, impacto y etapas. Definicion.com. https://definicion.com/proyecto-de-inversion/