La definición de primeros auxilios refiere a aquellas actuaciones y técnicas que una persona realiza con el fin de atender de modo inmediato a un sujeto que, por diversas razones, está atravesando una situación en la cual su vida corre riesgo.
Esta asistencia se da de manera urgente, a la vez que se aguarda la presencia médica profesional ya que son los facultativos quienes pueden responder con mayor precisión a la cuestión concreta de salud. El individuo que realiza primeros auxilios desarrolla una maniobra para sostener los signos vitales de aquel que se ve afectado por algún motivo.
Podemos decir, entonces, que el concepto de primeros auxilios refiere a un tipo de ayuda que alguien brinda a un prójimo cuando este último se encuentra en peligro. Generalmente, se aplican primeros auxilios en momentos de extrema necesidad como, por ejemplo, un accidente o una enfermedad repentina.
Para conocer mejor qué son los primeros auxilios, vamos a reconocer las partes que lo componen:
- Primero: palabra que refiere a aquello que está antes que todo. Es decir, lo que precede a algo, pudiendo ser esto el tiempo, una situación concreta, un lugar, un puesto jerárquico, una clase, un orden social, etc. En el caso que estamos estudiando se presenta en plural, puesto que refiere a todas aquellas prácticas o técnicas de salud que se deben priorizar frente a una situación crítica.
- Auxilio: término que deviene del latín “auxillium” y refiere a “socorro”, “ayuda” o “protección”. Es una acción llevada a cabo por un sujeto que se predispone a colaborar con otro si éste no cuenta con las fuerzas o con la conciencia como para ayudarse a sí mismo. Entonces, auxilio es igual a decir que se da una asistencia en una circunstancia de riesgo. Esta misma asistencia puede ser voluntaria, es decir, se presta o también puede ser que se solicite.
Con estos dos términos unidos llegamos a la conclusión de que se trata de una serie de procedimientos estudiados y teorizados que pretenden recuperar el estado de una persona cuando esta ha sido víctima de un episodio que ha perjudicado su salud.
Se denominan primeros auxilios porque son técnicas que se presentan con carácter de urgencia, es decir, se aplican de inmediato. Asimismo, refieren a ejercicios que anteceden a otros que son muchos más complejos y que solo pueden ser ejecutados por profesionales de la salud en hospitales o clínicas.
Índice de temas
Clasificación de los primeros auxilios .
Estos cuidados inmediatos se presentan según la magnitud de la situación que se deba afrontar. En este sentido, podemos decir que los primeros auxilios se clasifican en dos categorías.
Primeros auxilios emergentes o emergencias.
Los primeros auxilios emergentes o emergencias son aquellas maniobras o prácticas que se ejecutan cuando se está frente a una situación en la que existe un riesgo vital para la persona accidentada.
Ejemplo de ello son:
- Paro cardiorrespiratorio
- Asfixia
- Hemorragias
- Envenenamiento
Primeros auxilios no emergentes.
Los primeros auxilios no emergentes son aquellos en los que, al no existir un peligro de intensa magnitud, las prácticas permiten tener un cierto periodo de acción o de ejecución.
Ejemplo de ello son:
- Dolores abdominales
- Fractura de brazo
- Malestares leves en cualquier parte del cuerpo
Objetivos de los primeros auxilios.
Como podemos imaginar, los objetivos de los primeros auxilios son muy concretos. Sin embargo, existe uno principal que es considerado como el más importante y fundamental en la práctica. Se refiere al objetivo de conservar la vida del paciente o la persona afectada por alguna situación.
Otros objetivos son:
- Evitar complicaciones físicas.
- Disminuir las dificultades psicológicas.
- Ayudar en la recuperación del paciente.
- Asegurar el buen traslado del sujeto asistido.
- Trasladar al afectado a un centro asistencial.
Principios de los primeros auxilios.
Los primeros auxilios persiguen una serie de principios básicos, los cuales veremos a continuación.
Calma.
Al proporcionar primeros auxilios hay que saber mantener la calma para asegurar una buena actuación. Además, el proceder con las técnicas implica hacerlo de manera rápida y segura, por lo cual, quien las ejecute debe estar en un estado de concentración y tranquilidad.
Esto, entre otras cosas, brinda seguridad y confianza tanto al paciente como a las personas que también están colaborando en la situación.
Emergencia.
Actuar para ayudar a otra persona implica, también, tener conciencia de la emergencia. En caso de que la misma se torne compleja, será necesario llamar a un servicio de emergencia o de asistencia médica sin demoras.
Este tipo de servicio no solo ejecutará su labor con rapidez, sino que será la garantía para que el paciente logre recuperarse.
Evaluar.
Es fundamental saber evaluar la situación real en la que se encuentra el afectado. Es decir, hacer un análisis rápido y general de lo que acontece y del espacio o zona donde ocurrió el hecho.
Se trata de buscar datos e información de todo tipo para ser brindado al personal de salud a fin de que estos puedan interpretar la circunstancia y, así, identificar posibles agentes de riesgos o fuentes de peligro.
Examinar.
En caso de estar frente a una persona accidentada, es necesario examinarla para anticiparse y conocer dónde es que está herida o cuál podría ser el origen de su descompensación.
Algunos puntos principales para examinar son:
- Signos vitales
- Estado de conciencia
- Presencia de heridas expuestas
- Sangrado
Límites.
El deseo de colaborar con una persona debe ir acompañado de ciertos límites. Es decir, es necesario entender que solo se debe hacer lo indispensable, ya que un mal movimiento podría poner en riesgo, aún más, la vida del afectado.
En este sentido, alcanzará con:
- Lograr tranquilizar a la víctima.
- Mantener la temperatura corporal del paciente.
- Acompañar en todo momento al afectado.
- Proteger al paciente de potenciales accidentes.
- Evitar que las heridas se agraven.
- Evitar suministrar medicamentos.
3 reglas de los primeros auxilios.
Las tres reglas principales de los primeros auxilios son:
- Proteger: es indispensable proteger al paciente en todo momento, a la vez que se atiende con responsabilidad al espacio o lugar donde ocurrieron los hechos para evitar nuevos accidentes o posibles lesiones.
- Avisar: pedir ayuda a los equipos de socorro, personal médico o autoridades correspondientes para que asistan a la víctima o al paciente.
- Socorrer: actuar con rapidez para asistir a un paciente o a una víctima y hacerlo de modo responsable, prestando cuidados básicos hasta la llegada del personal idóneo.
Primeros auxilios básicos.
- Asfixia: ante un atragantamiento se aplican maniobras para liberar cualquier obstrucción que existiera en la tráquea.
- Desmayo: control de pulso y de la zona donde el paciente se relajará hasta recuperar su estado normal.
- Hemorragia: técnica de fuerza y de presión sobre la herida y así evitar que la hemorragia se extienda.
- Traumatismo: impedir que el paciente se mueva por sí mismo, así como también evitar moverlo con el afán de acomodarlo. Es fundamental que el afectado conserve la postura, puesto que cualquier movimiento podría provocar lesiones severas.
- Fracturas: técnicas para acomodar los huesos de modo momentáneo.
- Quemaduras: colocación de agua fría sobre el área dañada y, luego, aplicación un vendaje seguro, resistente y estéril.
Aprender primeros auxilios es indispensable porque permite impedir que las lesiones de cualquier tipo empeoren o pongan en riesgo una vida.
Asimismo, facilitan el proceso de atención e intervención que los profesionales de la salud deben hacer. Por ello, conocer sobre los aspectos básicos de los primeros auxilios es esencial para mantener estable a una persona que, por diversas razones, necesita asistencia urgente.
Citar este artículo
Navicelli, V. (30 de noviembre de 2022). Definición de primeros auxilios. Clasificación, objetivos, principios, reglas, primeros auxilios básicos. Definicion.com. https://definicion.com/primeros-auxilios/