Las finanzas públicas constituyen una disciplina en la cual se hace un relevamiento financiero sobre los gastos del Estado. Dicho de otro modo, se analiza cómo se generan ingresos, cómo se organizan los gastos e inversiones y cómo se trabaja sobre la deuda pública del gobierno.

La finalidad, en última instancia, es la de seguir de cerca los movimientos financieros que se realizan para tratar de reducir, al máximo posible, la deuda que puede surgir en función del presupuesto asignado.

Este concepto abarca dos componentes:

  • Finanzas: el vocablo tiene su origen en el francés finance que, a su vez, proviene del concepto finer, es decir, término, suspensión o pago.
  • Públicas: deriva de la noción latina publĭcus. Se emplea no solo para señalar algo que es conocido u observado por todos, sino también para hablar de aquello que le pertenece a todo el pueblo o el grupo social. En ambos casos, se opone a la idea de privado.

Así, las finanzas públicas se concentran en la observación de aquello que ocurre con lo que le pertenece a la ciudadanía.

Administración de fondos
Las finanzas públicas analizan todos los movimientos económicos vinculados con la administración del dinero estatal.

Historia.

Para comprender la importancia de las finanzas públicas es necesario un breve recorrido por su historia. Las finanzas públicas se inscriben en el marco de las finanzas, área de la economía que analiza tanto los intercambios comerciales y económicos entre agentes como las formas más y menos efectivas en que esto puede hacerse.

Las finanzas no son un fenómeno reciente, ni mucho menos irrelevante. Datan de miles de años en nuestra sociedad, ya que fueron centrales para la administración de las primeras ciudades que se organizaban y para controlar los recursos del Estado.

El desarrollo de la administración, el empleo de herramientas financieras y el progreso de la sociedad son elementos que están íntimamente relacionados. Por ello, no es casual que se construyan sistemas teóricos para descifrar cómo contribuir con el progreso de un territorio.

La evolución de algunos de los grandes imperios (varios de los que posteriormente se convirtieron en potencias mundiales) desde el siglo XVI ocurrió como resultado de las colonizaciones por fuera de Europa. Sin embargo, esto no se produjo sino gracias al apoyo de inversores, de instituciones que solventaron la maquinaria colonial y de la administración de los recursos que se extraían de otras superficies. 

Un ejemplo al respecto es el caso del imperio español, desde el siglo XVI en adelante. Entre los siglos XVI y XVII, principalmente, los monarcas de esta nación faltaban a su cumplimiento del pago de deudas que aumentaban año a año.

La imposibilidad de sostener los pagos llevó a que en numerosas ocasiones se emitieran declaraciones de bancarrota, al tiempo que trataban de controlar la administración de las colonias de ultramar, como el continente americano.

Imperio español
El imperio español incrementó sus ingresos como resultado de la colonización; sin embargo, se declaró en bancarrota más de 6 veces en ese período.

A partir del siglo XVIII, el análisis de las finanzas públicas, es decir, en su vínculo con lo estatal, fue paulatinamente volviéndose un conocimiento específico, con autores y pensadores que trabajaban sobre teorías al respecto. A este movimiento intelectual lo acompañaron una serie de eventos históricos gracias a los cuales comenzó a examinarse más de cerca el rol del Estado, su alcance, sus responsabilidades y obligaciones:

  • Desde el siglo XVIII, en Europa y posteriormente en otros continentes inicia la Revolución Industrial. Este fenómeno no solo impactó sobre la industria en sí, sino que revolucionó para siempre las modalidades de producción, las relaciones sociales entre quienes trabajan, surge la figura del patrón o el empresario, y cambian los vínculos entre estos agentes económicos.
  • Con los golpes económicos, sociales y políticos a las monarquías absolutistas (en Francia, hacia 1789, tiene lugar la Revolución francesa, que culmina en la ejecución del monarca Luis XVI), y el surgimiento de los Estados constitucionalistas o de las repúblicas, la administración pública deja de ser un asunto privado.
  • La expansión del mercado, del comercio, de las actividades internacionales provocó un desarrollo de la economía que hasta ese entonces no había tenido lugar.

Características.

Las finanzas públicas se caracterizan por la administración de recursos económicos del Estado; sin embargo, esta no es la única institución que interviene.

Uno de los aspectos centrales para determinar presupuestos, gastos y proyecciones sobre la economía pública es el gobierno, compuesto por los representantes votados por la ciudadanía. Estos representantes (diputados, senadores y demás funcionarios) son los encargados de aprobar, o no, los presupuestos anuales que los gobiernos calculan como necesarios para el correcto ejercicio de la economía nacional.

Dinero y administración
La distribución de recursos públicos, en la mayoría de los casos, está determinada por los representantes políticos votados.

A su vez, los legisladores son quienes aprueban todas las leyes necesarias para la implementación y/o modificación en los impuestos, y para aprobar presupuestos orientados a los proyectos que requieran de estos recursos.

En la constitución de este presupuesto, y en el desarrollo de un plan adecuado para las finanzas públicas, intervienen dos ejes o conceptos que son fundamentales: el gasto público y las maneras de adquirir más dinero (es decir, más ingresos).

Elementos y conceptos relevantes.

En las finanzas públicas intervienen actores específicos (instituciones, la ciudadanía en general, el Estado) y se tienen en cuenta algunos elementos en particular. Veamos los dos elementos centrales.

En primer lugar, el concepto de impuestos. Estos son el conjunto de tributos económicos que los ciudadanos e instituciones deben pagarle a un gobierno, de manera obligatoria, sobre bienes, servicios y productos existentes.

Gracias a los impuestos se construye la base económica del territorio nacional para sostener la infraestructura de distintas áreas:

  • arreglo de calles
  • construcción de carreteras, de ferrocarriles
  • mantenimiento de líneas de transporte (colectivos, aviones)
  • financiamiento de programas de asistencia social (subsidios, programas para aprender oficios, educación y otros)
Servicios públicos
El mantenimiento de servicios como el del ferrocarril, entre otros, está a cargo del Estado.

Los impuestos son pagados tanto por los habitantes comunes como por las denominadas personas jurídicas, es decir, instituciones, empresas y organizaciones.

La recaudación de impuestos no es algo propio de los Estados modernos. Civilizaciones antiguas, como los egipcios, ya recaudaban tributos de parte de la población para sostener la estructura de gobierno. No recibían necesariamente el nombre de impuestos: en la Edad Media, por ejemplo, los pobladores abonaban un tributo

Esto era un monto (que paulatinamente fue aumentando, y que llevó a una profunda crisis económica y social) que el rey recaudaba de sus vasallos y de quienes eran trabajadores, artesanos y agricultores.

La Iglesia, en aquel entonces y hoy también, recibía un impuesto. Inicialmente, esto se hizo a través del llamado diezmo: originalmente, el concepto aludía a un décimo del salario. Sin embargo, con el paso de los años el diezmo se transformó en un aporte calculado en función de las posibilidades económicas de cada uno.

Los impuestos pueden producirse sobre el valor del producto (comúnmente denominado IVA: Impuesto al Valor Añadido), es decir, hay un recargo del precio original. También existen impuestos en función de los bienes que una persona tenga. Esto se tasa en función del tipo de propiedad:

  • casas (cantidad y tipo de vivienda)
  • propiedades como vehículos
  • otras propiedades denominadas de lujo: yates, lanchas o barcos

Por otra parte, un segundo término relevante para las finanzas públicas es el de gasto público. Este es el monto de dinero que una administración pública invierte para poder cumplir con las necesidades y obligaciones con la ciudadanía y el territorio.

En él se incluyen ciertas categorías como los bienes, productos y servicios que una administración nacional recibe. También se contemplan aquí todos los elementos necesarios para sostener la infraestructura de instituciones públicas (pago de salarios, elementos e insumos de trabajo, inversiones para mejoras). Aquí, además, se ve incluido el salario de los funcionarios que representan a los ciudadanos.

El gasto público puede tener un balance negativo y uno positivo. El positivo se denomina superávit, es decir, el gasto realizado es menor o igual a cero al monto de dinero recaudado (o los ingresos con que se contaban).

Por el contrario, un mayor gasto público en comparación con el dinero disponible se denomina déficit, lo que significa que no hay una estructura que permita sostener adecuadamente todos los gastos de la sociedad. El déficit, en muchas ocasiones, implica tener que recaudar mayores ingresos a través de préstamos o financiaciones externas. De igual manera, se recaudan más ingresos incrementando los impuestos, algo que afecta directamente a los ciudadanos.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (30 de noviembre de 2022). Definición de finanzas públicas. Historia, conceptos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/finanzas-publicas/