De origen francés es la expresión déjà vu, que significa «ya visto«. Describe una experiencia que muchos seres humanos han tenido, al menos una vez, de estar viviendo una situación que ya han atravesado en algún momento. Por supuesto, viene acompañada con una sensación de extrañamiento, de ventana temporal, de estar teniendo acceso a las costuras que mantienen entretejida nuestra habitual y coherente realidad cotidiana.
Como se ha dicho, las raíces lingüísticas de la frase se remontan al francés, pues su primer empleo surge del libro «El futuro de las ciencias psíquicas«, del pensador francés Émile Boirac.
Diferentes tipos de déjà vu.
En lo que normalmente se conoce como un fenómeno único subyacen tres tipos diferentes de experiencias, según algunos teóricos y pensadores. Estos proponen la distinción en función de un episodio que se ha vivido, de algo que se ha sentido o de un lugar que se ha visitado.
Déjà Vecú sería la primera de ellas, y consiste en la sensación de haber vivido algo con anterioridad. Se dice que la mayoría de los déjà vu recaen en este tipo, en el Déjà Vecú. Lo que la distingue es la riqueza de elementos que afloran a la conciencia, ya que no se trata simplemente de «ver algo», como en el caso de Neo en la película Matrix, sino de revivir una determinada circunstancia. Un dato curioso es que los estudios científicos revelan que la mayoría de estas situaciones les sucede a sujetos de entre quince y veinticinco años.
Déjà Sentí es el segundo de los casos, y hace referencia a la experiencia de sentir algo que se ha sentido previamente. Lo que la distingue de las otras dos es que no es preciso que haya una experiencia que involucre los sentidos, sino que un fenómeno puramente mental puede recaer en ella. En general, se dice que la atención recae sobre algo que se había percibido antes, que era sumamente familiar pero se había olvidado. Con el recuerdo surge una especie de alegría o satisfacción.
El último de los tipos de déjà vu es el Déjà Visité, y consiste en la certeza de haber estado antes en un lugar que se desconoce. Hay un famoso ejemplo de esto que le sucedió al escritor Nathaniel Hawthorne y se citará luego, pero las variantes son amplias. Por ejemplo, estar en una ciudad nueva y conocer el camino que lleva a ciertos sitios, o sentir una gran conmoción ante monumentos, esculturas o edificios que nunca se habían contemplado, con la extraña sensación de conocerlos desde antes.
La paramnesia y el déjà vu.
Algunos teóricos asocian el déjà vu con el fenómeno de la paramnesia, en el que una persona atribuye a un pensamiento o un delirio el carácter de un recuerdo, y en este caso su origen. La palabra paramnesia está compuesta por para– («al margen de») y –mnésis («memoria»). Se aplica, también, tanto al ámbito de las experiencias como al de los lugares, adoptando en este último caso la especificación de paramnesia reduplicativa.
La paramnesia se ha estudiado bastante desde el campo científico y la conclusión mayoritaria es que es una patología originada por ciertas disfunciones de los sistemas cerebrales que se ocupan de la memoria, el procesamiento de la información y la sensación de lo familiar. Se habla de que la afectación del hemisferio derecho es la causante de la dificultad para mantener la orientación viso-espacial y la memoria de lo que se ha visto, y de que la afectación del lóbulo frontal redunda en una ausencia de inhibición de las impresiones falsas que de ello pueden resultar.
Esto sucede, asimismo, en la paramnesia reduplicativa, que consiste en la creencia en que un lugar se encuentra duplicado y existe en paralelo al real, pero en otro sitio.
Investigaciones recientes han marcado la tendencia a pensar que el excesivo consumo de alcohol deriva en una carencia de vitamina B1, y que esto puede conducir al síndrome de Korsakoff. Este se caracteriza por determinadas afectaciones en la memoria similares a las de las paramnesias. El individuo toma elementos o personas cercanas y teje entre ellas historias, que luego asume como recuerdos reales, rigiendo su conducta a partir de ellas.
El déjà vu en el arte.
Se trata de una experiencia mucho más habitual de lo que se suele creer, que ha encontrado su camino en el mundo de las artes, tales como la literatura, el cine y la música.
En el campo de lo literario, se puede citar el caso de Nathaniel Hawthorne, quien, en el verano de 1856, visitó una antigua finca bastante venida a menos, en las proximidades de Oxford. El escritor nos cuenta en «Nuestro antiguo hogar«, del año 1863, que se vio impresionado por la enorme cocina, que ocupaba setenta metros cuadrados que eran la base de una amplia torre. Pero no solo eso, sino que mientras estaba de pie en ese antiguo ambiente, se vio asaltado por la súbita sensación de haber visto aquel mismo extraño espectáculo antes. La altura, la oscuridad, la sensación, de vacío… todo era igual. Pero, a la vez, contaba con la certeza de no haber estado presente antes en ese espacio ni en otro que se le pareciera. Y lo más importante reside en que aclara que aquello lo colocó en un estado de conciencia extraño, en el que parece recordarse algo que todavía no ha ocurrido, o en el que parece percibirse, más que un suceso, su eco o su reduplicación.
Es importante destacar que en el momento en que Hawthorne escribió esta obra, no había término alguno que describiera esa experiencia. Recién a fines del siglo XIX surgieron las expresiones tales como «falso reconocimiento«, paramnesia y déjà vu.
Asimismo, el misterio que envuelve este fenómeno ha llamado la atención de otros poetas, novelistas y pensadores, tales como San Agustín, Sir Walter Scott, Charles Dickens o León Tolstoi.
En el ámbito de la música, existen diversas canciones que se titulan, literalmente, déjà vu, siendo la más famosa de ellas una representada por Prince Royce, un cantautor norteamericano oriundo de la República Dominicana, y Shakira, la cantante nacida en Colombia. Lanzaron el tema el 24 de febrero de 2017 y, al día de hoy, fue reproducido más de ciento diez millones de veces en Spotify, mientras que el video cuenta con 500 millones de vistas en YouTube.
En el plano del cine, se destacan dos ejemplos. El primero de ellos es una película del año 2006 titulada «Déjà vu», dirigida por Tony Scott y producida por Jerry Bruckheimer (el mismo de la saga de los Piratas del Caribe, Armagedón, La Roca o Coyote Ugly). Trata sobre el viaje al pasado que debe realizar un agente de la ATF (Denzel Washington) a fin de detener un ataque terrorista que impactaría en la ciudad de Nueva Orleans.
El segundo ejemplo, quizás el más renombrado, proviene de la saga «Matrix», dirigida por Lana y Lilly Wachowski. Allí, el personaje principal, Thomas A. Anderson, más conocido como Neo, experimenta una curiosa sensación al ver que un gato cruza por el umbral de la puerta y maúlla, y al instante vuelve a ver un gato exactamente igual traspasando el umbral de la puerta y lo oye maullar. «Déjà vu», dice, entonces. Lo que lleva a sus compañeros a detenerse y preguntarle qué había dicho. Resulta que, en el mundo ficticio construido en la película, el déjà vu es un fenómeno de importancia vital, ya que revela una alteración en la realidad originada por los controladores encargados de atraparlos.
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Lehrer, L. (20 de febrero de 2022). Definición de déjà vu. Tipos, su relación con la paramnesia y su presencia en el arte. Definicion.com. https://definicion.com/deja-vu/