Se utiliza el término cuestionario para hacer referencia a una modalidad de encuesta compuesta por una serie de preguntas. Se trata de un documento en el que se organizan las preguntas según los parámetros que se quieren averiguar, constituyendo una vía simple, rápida y eficaz de obtener datos específicos. Por ello se dice que es una de las herramientas más potentes de la que la estadística dispone cuando lo que se precisa es la adquisición de esta información concreta.
Además, el cuestionario cuenta con la ventaja de su gran adaptabilidad a la hora de ser aplicado por diferentes campos del conocimiento, siendo aprovechado en el ámbito educativo, en medicina, en psicología y en el mundo de las empresas (tanto a la hora de realizar entrevistas de trabajo como en el desarrollo de las acciones propias de las organizaciones). Por supuesto, la efectividad del cuestionario dependerá del modo en el que sea diseñado a partir de la información que se desea obtener.
Hay dos principales motivos que conducen a la realización de un cuestionario: el primero de ellos consiste en la evaluación de los conocimientos que alguien posee en relación con uno o varios temas; el segundo pasa por conocer la opinión que una persona sostiene en torno a un asunto determinado. Cualquiera que sea la opción, una vez que el cuestionario ha sido respondido, se abre la etapa de recopilación, análisis y, en caso de proceder, interpretación de los resultados.
Con el fin de facilitar que la información se comunique del modo más limpio entre la persona que responde el cuestionario y aquella que se encarga de recabar la información, es preciso que las preguntas se configuren de modo tal que no se presten a ambigüedades o diferentes interpretaciones posibles. Por ello es imprescindible una redacción clara y precisa en las mismas.
Si nos acercamos a este término a partir del estudio de su origen etimológico, comprobaremos que el mismo se encuentra en el latín, en el vocablo quaestionarius, que se emplea para denotar un “listado de preguntas”. Los componentes léxicos de esta palabra son quaestio, que describe a la acción de indagar, buscar o preguntarse y el sufijo –ario, que se emplea en el sentido de algo que guarda una relación o pertenencia con otra cosa.
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Finalidad del cuestionario.
La función principal de los cuestionarios es la obtención de una determinada información. A través de las respuestas que cada encuestado brinda, el ser o la organización que los ha confeccionado recibe datos que reflejan su situación personal, su nivel de conocimientos o sus opiniones sobre un tema.
Existe una gran ventaja en esta herramienta y es la facilidad de su implementación, tanto en el plano teórico como en el práctico. Desde lo teórico, porque con el solo hecho de variar las consultas ya se ha trasladado a la propia rama de estudios. Un cuestionario sobre asuntos muy específicos de biología molecular es tan solo una sucesión de preguntas formuladas por alguien versado en el tema, y un cuestionario sobre las formaciones de los equipos de un mundial de fútbol es exactamente lo mismo. Desde el aspecto práctico, la facilidad en la implementación viene dada por el hecho de que solo se necesita una hoja de papel y algo para escribir para que la actividad pueda ponerse en marcha (incluso, en algunos casos, se puede realizar de modo oral). Son sumamente económicos y varían desde cuestionarios personalizados a opciones estandarizadas.
Algunos procesos se basan exclusivamente en la confección de formularios y otros los emplean a fin de agilizar una o más partes del trámite. Ejemplo de los primeros son las inscripciones en ciertos registros o incluso las formalidades para enviar o recibir ciertas misivas a través del servicio de correos. Entre los segundos se halla, por ejemplo, el trámite requerido para obtener o renovar la licencia de conducir, que suele involucrar una primera parte muy metódicamente organizada de recabar los datos personales mediante uno o más cuestionarios, luego se pasa a una evaluación médica (en la que probablemente se vea involucrado otro cuestionario, esta vez a completar por el profesional), más tarde a un examen teórico sobre las reglas de tránsito y el significado de los carteles (evaluación por medio de un cuestionario) y, por último, acceder al examen práctico, cuyos resultados también suelen volcarse en cuestionarios.
Diferencia entre el cuestionario y la encuesta.
Existen dos diferencias principales entre los cuestionarios y las encuestas, y las dos se encuentran conectadas. Todo parte del hecho de que una encuesta tiene como norte un análisis estadístico posterior, mientras que el cuestionario carece de esa finalidad.
Por ende, el foco del cuestionario pasa por obtener la información de una persona particular, más allá de que, muchas veces, como en los ejemplos mencionados, se realice de forma estandarizada. La dirección de tránsito encargada de administrar la concesión de licencias para conducir no tiene ningún interés en tomar la información que cada particular respondió en su cuestionario para analizar promedios sobre las edades o las localidades del domicilio.
Así, es común que las encuestas contengan ciertas aristas específicas que faciliten, luego, el traslado de las respuestas a parámetros evaluables. Esto se ve en cómo se plantean las preguntas que hacen a las campañas de las consultoras que recaban datos antes de las elecciones presidenciales, o también en las encuestas de conformidad que algunas empresas realizan luego del servicio brindado por uno de sus asesores o asesoras.
La segunda diferencia es que un cuestionario puede ser configurado exclusivamente para que lo responda una persona, mientras que este formato es impensable por la finalidad misma implícita en la encuesta.
Las preguntas en un cuestionario.
Si bien es posible incluir cualquier tipo de preguntas en un cuestionario, hay algunas categorías de ellas que, por su reiteración o eficacia, se han consolidado como modelos habituales. Entre ellas se destacan:
- Opción múltiple: Se trata de una modalidad de preguntas cerradas en la que la respuesta se encuentra circunscrita a las opciones que se proporcionan en el cuestionario. Existen variantes, como, por ejemplo, que pueda tildarse una sola respuesta o varias de ellas. Incluso se coloca, en ocasiones, un casillero en el que se puede afirmar “ninguna de las anteriores es correcta” o marcar “otros”, alternativa que habilita a una línea de redacción.
- Escalares: Son preguntas cuya respuesta se estructura en escalas. Es un modo de organizar la información en ciertas categorías para que, en lugar de recibir tantas versiones diferentes como participantes que responden sobre un tema, se aborden directamente los grupos seleccionados. Por ejemplo: 1 – Excelente; 2 – Muy bueno; 3 -Bueno; 4 – Regular; 5 – Malo.
- Dicotómicas: Solo permiten que se responda entre dos opciones. Las versiones más conocidas son de “sí – no” o de “verdadero – falso”. Por ejemplo, en el trámite de registro de conducir se puede preguntar a las personas si poseen un vehículo propio y, por medio de una pregunta dicotómica, se restringe a «sí» o «no» en lugar de tener que leer una explicación más extensa como: “Sí, pero, en realidad, es el auto de la empresa, aunque si uno trabaja allí durante más de siete años…”.
- Abiertas: Tal como su nombre lo indica, son aquellas que dejan el espacio abierto a lo que sea que la persona que responde quiera manifestar. No hay restricciones.
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Lehrer, L. (19 de noviembre de 2022). Definición de cuestionario. Su origen, finalidad, el tipo de preguntas que lo conforman. Definicion.com. https://definicion.com/cuestionario/