El concepto de capital de trabajo, en economía y en administración de empresas, alude a la gestión adecuada de recursos para poder continuar trabajando. De manera más específica, hace referencia a la cantidad de dinero (que en este contexto se denomina recurso financiero) con el que se cuenta para poder hacer todas las operaciones necesarias.

La noción deriva de capital, que proviene del latín capitālis, y significa patrimonio, caudal o conjunto de bienes económicos. Por otra parte, trabajo hace foco en aquello que resulta de la actividad que las personas realizamos.

Otro nombre que esta idea adopta es el de activo de trabajo: el activo, en este sentido, se utiliza para hablar del conjunto de bienes que se poseen en una empresa o en una organización.

Gestión de bienes
El capital de trabajo es el conjunto de recursos del que se dispone para operar económicamente.

Características.

Para poder describir en profundidad qué es el capital de trabajo, debemos considerarlo en términos financieros.

En primer lugar, tomemos en cuenta los elementos básicos de la organización económica de una empresa:

  • Los activos corrientes: también denominados current assets o activos líquidos, son todos los activos que en el plazo de hasta un año pueden convertirse en dinero en efectivo (es decir, tener liquidez).
  • Los pasivos corrientes, conocidos asimismo como current liabilities o pasivo a corto plazo, representan el total de deudas y obligaciones que una persona o empresa adquiere y que debe saldar a corto plazo (hasta un año).

En segundo lugar, para poder calcular de forma precisa el total del capital de trabajo que se posee, debe restarse el valor del pasivo corriente al activo corriente.

Al hacer esta operación, puede haber 3 resultados:

  • El número es superior a cero (el valor del activo es superior al del pasivo): esto significa que hay un margen (pequeño o amplio) gracias al cual es posible operar de manera óptima.
  • El número da cero: si no se consigue liquidez de forma rápida, puede haber problemas financieros a corto plazo.
  • El número da menos de cero (valor negativo): dado que la institución o la persona no puede lidiar con las deudas contraídas (y mucho menos recibir ingresos, ya que sus activos no son buenos), puede haber problemas graves, como una pausa en los pagos.
Administrar finanzas
Un registro cuidadoso de los números contribuye con buenas opciones financieras.

Hay que contemplar, sin embargo, que un valor igual a cero o menor a cero no significa que la compañía o el sujeto ya no pueda trabajar más. Es común que muchas instituciones continúen en funcionamiento aún con estos valores.

Esto supone, también, un mayor control en el dinero que va ingresando, en el pago de deudas y demás estrategias que se utilicen para mantener lo más próximo a cero (o con un valor positivo) los pasivos.

En tercer lugar, recordemos qué elementos constituyen un capital de trabajo. Si este tipo de capital se calcula de la resta entre activos corrientes y pasivos corrientes, analicemos cuáles son los constituyentes de ambos elementos.

Los activos se componen del dinero que se puede liquidar. No todos son de la misma clase, veamos algunos ejemplos:

  • Un ejemplo de activo es el dinero que se encuentra guardado en bancos o en cuentas (es decir, activos de los que se dispone de manera casi inmediata) o el que se posee en efectivo
  • Otro caso de activo es el pasivo que terceros hayan contraído con nuestra institución, es decir, activos nuestros que se cobran a corto plazo
  • Un tercer ejemplo de activo es conformado por los inventarios o el stock del que se disponga. Esto supone ahorros de dinero a corto y largo plazo (ya que no hay que invertir en ello con frecuencia), en función de la cantidad con que se cuente.

Los pasivos, por otra parte, incluyen deudas, pagos de créditos y pagos de préstamos (con instituciones financieras o de manera personal, que involucren a la empresa).

Importancia del capital de trabajo.

El valor del capital de trabajo radica en que permite que la institución o empresa se mueva con libertad para hacer sus operaciones. Con una determinación clara de cuánto es nuestro capital de trabajo, podemos prevenir futuros gastos o situaciones que nos sean desfavorables.

Pago de salarios
Administrar el capital de trabajo correctamente ayuda a mantener en orden los gastos obligatorios.

Esto es particularmente importante si la situación económica general no es positiva: un control y una gestión organizada permite estar preparados para ello.

Al calcular este capital estamos en condiciones de pagar las deudas que tengamos a corto y largo plazo, analizar de qué modo podemos armar una cuenta con mayor liquidez o, en un caso negativo, cuál es el futuro de nuestro negocio.

A grandes rasgos, un activo de trabajo controlado de cerca permite prevenir situaciones e inconvenientes a futuro y contar con el dinero que respalde esas eventuales circunstancias.

Cuando el capital del que se dispone no es suficiente (o tenemos interés en incrementarlo), puede recurrirse a algunas estrategias con las cuales aumentar su volumen.

Otra razón por la cual el capital de trabajo debe controlarse de cerca es que permite cubrir los gastos cotidianos y los que necesariamente deben pagarse para poder continuar con la tarea laboral. Aquí consideramos:

  • pago de materia prima necesaria
  • pago de insumos necesarios
  • pago de sueldos al personal de la empresa

En estos casos es fundamental contar con el tipo de activo que pueda liquidarse rápidamente y en los plazos que sea necesario (por ejemplo, para abonar en tiempo y forma los salarios y los pagos a proveedores).

Cómo aumentar la liquidez.

Es posible, si se desea aumentar el caudal de capital de trabajo, recurrir a algunas estrategias para lograrlo. A continuación, veamos cómo es posible hacerlo.

En relación con los pasivos contraídos con terceros, una de las alternativas más útiles es tratar de conseguir un plazo largo para saldar la deuda. En otras palabras, mientras mayor tiempo nos brindan para poder pagarlas, mucho mejor para nuestro capital. De este modo, con un lapso de entrega más extendido es posible reducir el pago mensual de dicha deuda, lo que permite que, o bien contemos con ese dinero en efectivo, o que podamos utilizarlo para nuevas inversiones.

Mayor liquidez
Es posible, con algunas estrategias, mejorar la cantidad de dinero que tenemos actualmente.

Es posible, aquí, considerar la opción de refinanciar una deuda. Si la entidad financiera con la que tenemos una obligación de pago lo habilita y extiende el plazo, beneficiará nuestra disponibilidad de activos líquidos.

De esta manera, para poder a largo plazo contar con un saldo favorable, se recomienda abonar todas las deudas y cuentas que haya pendientes, principalmente si no suponen un gasto elevado de dinero. Cuando se realiza este tipo de pagos es importante calcular durante cuánto tiempo se hace y cuál es el saldo a favor con el que quedamos. Lo importante es no desbalancear nuestra situación financiera (y entrar, por ejemplo, en un desabastecimiento).

En cuanto al control de recursos, es necesario asimismo determinar con cuánto stock disponemos y en cuánto tiempo calculamos que puede terminarse. Así, planificamos el momento en que debemos volver a adquirirlo (y consideramos cuánto dinero será necesario hasta ese momento).

Otra opción es hacer una revisión de los pagos fijos que hacemos mes a mes, o semestre a semestre, y analizar dónde podemos reducirlos. Una verificación periódica puede contribuir con un control de gastos más organizado y que haga que aumente nuestra liquidez.

Finalmente, una de las formas más efectivas de aumentar la liquidez a corto plazo es mediante las ventas. Es posible trazar nuevos planes de venta y analizar alternativas que no sean perjudiciales para nosotros. Un ejemplo es habilitar descuentos, hacer rebajas en precios u ofrecer algún otro tipo de beneficio al cliente.

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Fernández, A. M. (21 de julio de 2022). Definición de capital de trabajo. Rasgos, importancia y estrategias. Definicion.com. https://definicion.com/capital-de-trabajo/