El origen de la palabra «agua» puede rastrearse hasta el latín aqua. Su significado hace referencia a aquel líquido sin color, sin olor y sin sabor, de color transparente. Sus moléculas se conforman por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, de ahí que su fórmula sea H₂O.
Aquí vamos a contarte algunos datos interesantes sobre este elemento, que ocupa un 70 % del planeta tierra, y gracias al cual los humanos y las demás especies sobrevivimos. ¡Empecemos!
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Historia: su composición.
Podemos atribuir el “descubrimiento” de su composición química a un físico y químico nacido en Niza: Henry Cavendish (1731-1810). Publicó dos obras importantes, se ocupó de estudiar diferentes aspectos sobre la Tierra, le interesaba también analizar e investigar sobre electricidad, y es conocido por haber desarrollado numerosos experimentos para comprobar sus teorías. Pero para entender cuál es su importancia en relación con el estudio sobre el agua, debemos remontarnos a una antigua teoría sobre química.
La teoría del flogisto.
Esta hipótesis, que data de aproximadamente el siglo XVII, se relaciona con las investigaciones que ya desde la Antigua Grecia se realizaban sobre el fuego. Se consideraba en aquel momento que, cuando algo ardía, era porque contenía dentro de sí al “elemento fuego”, el flogisto, que en las circunstancias adecuadas era liberado. A principios del siglo XVIII, se trabajó en la teoría del flogisto gracias a la cual se intentaba explicar la combustión: a mayor flogisto (phlos, “llama” en griego), mejor funcionaría como un combustible. Lo que arde es el flogisto, y lo que queda es aquello que no contiene tal elemento: es decir, a más flogisto, menos residuos y ceniza. El perfeccionamiento de esta teoría está a cargo del alquimista y químico Georg Ernst Stahl, que continuó con el trabajo de su antecesor, Johann Joachim Becher, físico y alquimista alemán.
Sin embargo, a fines del siglo XVIII, Antoine-Laurent Lavoisier, un químico francés, logró demostrar que esta teoría era errónea: comprobó que el flogisto no era una sustancia, sino un proceso resultante de la mezcla entre una sustancia y oxígeno.
Henry Cavendish.
Ahora bien, durante esos años, Cavendish logró contribuir al estudio de gases al aislarlos en recipientes: hasta el momento, se consideraba que todo aquel gas que no dejaba residuos era el verdadero flogisto, la sustancia pura (el hidrógeno, como luego se comprobó). Sin embargo, se halló en la época un gas sin flogisto: gracias a esto se logró entender que la combustión, como adelantamos, era un proceso que resultaba de la combinación de oxígeno más otras sustancias. Hacia la década del 80, mientras hizo arder hidrógeno en un recipiente cerrado, notó que un extraño “rocío” cubría las paredes: tales gotas eran, en realidad, agua. Había descubierto, indirectamente, la composición del agua, que tampoco era un elemento, sino una sustancia compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno.
Con estos descubrimientos, más otros de la época, se dio fin a la teoría del flogisto, y se da paso, gracias a Lavoisier, Cavendish y otros, al surgimiento de la química moderna.
Características del agua.
Algunos datos interesantes sobre el agua son los siguientes:
- Cubre aproximadamente el 70 % de la superficie del planeta Tierra.
- Además, es aproximadamente el 80 % de la composición de los organismos.
- Su densidad (cuando se considera masa y volumen) es 1: esto significa que 1 kilogramo de agua equivale a 1 litro de agua. Tal nivel de densidad es alcanzado por el agua destilada.
- El rango gracias al cual puede existir en estado líquido es muy amplio, ya que va desde 0 °C hasta 100 °C (hasta que entra en ebullición).
- Su tensión superficial (la cantidad de energía que se necesita para que su superficie aumente) es muy alta. Dicho de otra manera, es lo que permite que en la superficie de estos líquidos se forme una suerte de “película” protectora que impide el paso de un objeto. Por esto, es común observar cómo algunos insectos pueden posarse en el agua sin hundirse (no tienen el peso suficiente para hacerlo).
- Sus minerales, y también sus nutrientes, son muy importantes (y fundamentales para la existencia humana y la de las demás especies).
- Su pH, o la medida de su acidez o alcalinidad, es neutro: en una escala de 0 a 14 pH, el del agua se ubica en 7. Modificaciones en ella implicarán cambios en su composición pero también en su sabor, por ejemplo.
Tipos de agua.
Describiremos brevemente algunos tipos de agua que podemos encontrar:
- Agua dulce y salada: esta última es aproximadamente el 98 % del agua que forma océanos y mares en el mundo. No es un tipo de agua que pueda beberse sin antes haber pasado por un proceso que la desalinice, y, sin embargo, no siempre hay óptimos resultados, además de lo caro en términos económicos que resulta el proceso. Aunque es una gran fuente de energía, es también una importante vía de transporte. Por su parte, el agua dulce sí es para uso cotidiano, tanto para ser bebida como para lavar alimentos, para su uso más bien en industrias como ganadería, o en fábricas, y es también una gran fuente de energía.
- Agua mineral: suelen ser aguas subterráneas que, sin embargo, sí tienen una composición que la hace favorable para el consumo. Como bien útil, es uno muy requerido en la actualidad, y hay una amplísima industria dedicada a embotellar esta agua y venderla a lo largo de todo el mundo. Su valor proviene en que está asociada con los manantiales, o vertientes, que en la antigüedad tenían valor religioso, y se las glorificaba o se le atribuían propiedades curativas, y hoy son sinónimo de pureza.
- Aguas subterráneas: estas masas de agua se encuentran, como su nombre lo indica, debajo del suelo. Se las halla en las formaciones denominadas acuíferos, y su composición dependerá tanto de las circunstancias meteorológicas como de qué tan alto sea su nivel de explotación para su empleo doméstico, industrial, etcétera.
- Aguas residuales: esta categoría se compone por el agua que, lejos de tener uso doméstico, constituye un desecho humano, cuyos riesgos al contacto con el medio ambiente son muy altos. Sin embargo, no todas son idénticas en nivel de qué tan contaminantes sean: algunas pueden tener residuos como papel higiénico, o cosméticos, o productos de algodón, o incluso limpiadores o detergentes. También pueden encontrarse en ellas elementos más peligrosos como bromo, zinc, mercurio, y otros desechos orgánicos como orina o materia fecal.
El agua como recurso para los humanos.
Actualmente, se está tomando paulatina conciencia de los riesgos de su uso incontrolado y desmedido en las diferentes industrias que recorren el mundo (ganadería, agroindustria, el ámbito textil, etcétera).
La situación es, en algunas áreas, crítica, dado que no cuentan con acceso suficiente para las actividades cotidianas.
A nivel recurso, la cantidad de agua disponible para poder satisfacer las demandas de nuestra especie no es suficiente. Aproximadamente un sexto de la población mundial habita áreas adonde este recurso no llega, ya que en muchas ocasiones a tales lugares no ha arribado aun la tecnología y la infraestructura necesaria para que pueda ser realmente de acceso a todos.
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Fernández, A. M. (28 de enero de 2022). Definición de agua. Composición, características y clasificación de este recurso. Definicion.com. https://definicion.com/agua/