La administración de empresas abarca una serie de técnicas y herramientas que permiten a un negocio ser rentable y, sobre todo, permanecer en el tiempo gracias a la puesta en marcha de ciertos mecanismos de control.
En este sentido, hablamos de administración de empresas para referirnos a una técnica que reúne a instrumentos, procedimientos, reglas y conocimientos de tipo científicos que, al implementarlos en la generalidad, aseguran un correcto funcionamiento empresarial.
Asimismo, es tomada como una ciencia, ya que supone la aplicación de ciertos conocimientos sobre la administración, adaptados a una compañía. Este saber es universal, porque el funcionamiento de los recursos se dan en igual medida cualquiera sea la industria de la que se trate.
Sin embargo, dentro de las ciencias sociales, la administración (como parte de estas ciencias) es considerada como la más inexacta de todas. Esto se debe a que analiza fenómenos complejos en un orden diferente a como lo analizan e interpretan otras administraciones como, por ejemplo, la administración pública.
Abarca diversos elementos o recursos para lograr un correcto funcionamiento. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
- Recursos humanos
- Marketing
- Ventas
- Importación – exportación
- Finanzas
La lista es mucho más extensa: sencillamente, incluye todos los elementos que una empresa requiere para operar de manera eficaz y eficientemente.
Lograr que una empresa tenga resultados exitosos dependerá de la buena administración que se haga de sus recursos. Esta labor la lleva adelante un o una profesional en el área, generalmente, que se haya licenciado en administración de empresas. Con responsabilidad y criterio, esta persona gestiona y controla los diferentes puestos o departamentos de una compañía con el propósito de que esta trabaje de modo ordenado y, así, pueda lograr mejores ganancias.
Asimismo, una buena administración de empresas no solo asegura un funcionamiento adecuado de una firma sino que, además, permite ampliar el mercado y expandirse en otras zonas o regiones. Es decir, brinda la posibilidad de abrir sucursales, algo que, indudablemente, será un desafío y requerirá mejores tácticas administrativas.
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La administración de empresas como arte.
Para muchas personas dedicadas al campo de la administración de empresas, esta labor de gestión es un arte. En el sentido de que exige creatividad, entusiasmo, predisposición e ingenio para, cada día, organizar las labores y los múltiples recursos existentes dentro de una compañía, para que esta tenga sentido.
Además, se considera a la administración de empresas como un arte porque administrar organizaciones de diferente índole y de tamaños diversos implica aplicar ciertos principios científicos de modo artístico. Es decir, de manera atrayente no solo para solucionar los problemas que pudieran estar presentándose sino, incluso, para motivar al personal que en dicha firma se desempeña.
Este sistema de trabajo como arte asegura espacios laborales fortalecidos y de confianza, puesto que la gente que ocupa ciertos puestos de trabajo se vincula entre sí de manera más óptima.
Es, asimismo, una práctica que garantiza un buen uso de los recursos disponibles que colaboran en lograr los objetivos propuestos. Su propósito fundamental es afrontar los desafíos empresariales de manera estratégica, innovadora y, sobre todo, con velocidad.
Esta labor es definida como arte, también, puesto que en la antigüedad la noción de arte era entendida como una virtud y una habilidad para hacer a la perfección (en la medida de lo posible) las actividades encomendadas. Y esta es, precisamente, la tarea de administrar empresas.
Funcionamiento de la administración de empresas.
El funcionamiento de la administración de empresas tiene que ver, claro está, con la labor de un administrador o una administradora de empresas. Persona responsable de llevar a cabo una serie de actividades o acciones destinadas a alcanzar los objetivos planificados a nivel corporativo. Es decir, cumple funciones relevantes para que la compañía que administra se dirija, lo más fielmente posible, a un resultado exitoso.
Entre sus tareas se destacan:
- Planificar
- Organizar
- Dirigir
- Controlar
O sea, todo lo que esté relacionado con la sistematización de información y recursos necesarios para llevar a la praxis buenas prácticas empresariales. Siendo esto fundamental para que la compañía tenga buenos resultados pero, sobre todo, se sostenga en el tiempo. Es por ello que podemos afirmar que el rol del administrador o de la administradora de empresas es crucial en toda organización. Asimismo, tiene tantas funciones como el tamaño de la compañía que le toca administrar.
Para realizar correctamente su labor, todo administrador debe conocer aspectos principales del negocio en cuestión. Esto refiere a temas como finanzas, innovación, perfiles profesionales, usos tecnológicos, etc. Es decir, debe conocer bien el campo de acción, sus necesidades, debilidades, fortalezas y amenazas, para tomar las mejores decisiones en cada propuesta de trabajo.
Principales tareas del administrador.
Dentro del campo de acción del administrador o de la administradora de una empresa, puede concretar tres funciones principales:
- Representar a la empresa frente a la sociedad en la cual esta está inserta. Lleva adelante la tarea de relación o vínculo estrecho con otras organizaciones o compañías, tanto del sector público como privado.
- Controlar el cumplimiento de las leyes y estatutos que exigen el correcto desarrollo empresarial. Esto es lo que posibilita a una compañía ganar reputación tanto en el mercado al cual pertenece, en relación con la competencia y, sobre todo, en la sociedad en la cual desarrolla su praxis.
- Desarrollar labores legales, es decir, todo lo que esté referido al trato y vínculo con el personal de la empresa. Acá nos referimos a afrontar situaciones un poco complejas, puesto que deberá gestionar y responder por temas laborales, penales, tributarias, civiles y mercantiles de la firma.
Diferencia entre administrador de empresas y gerente.
Muchas veces el rol del administrador o la administradora de empresas se ha confundido con la tarea que lleva a cabo el o la gerente de una compañía. Es fundamental destacar que dichos roles dentro del organigrama o estructura organizacional de una empresa difieren sobremanera. Vemos con detalle la función que cada rol ocupa.
Administrador o administradora de empresas.
La persona que ocupa el puesto en la administración de una empresa es un tipo de profesional formado para tomar decisiones vinculadas al área contable, de finanzas, de ventas, de compras y, sobre todo, del control administrativo de la compañía en general.
Asimismo, es el responsable de cuidar los modos en que se lleva a cabo cada operación con el fin de evitar riesgos empresariales: especialmente, que la empresa quiebre o se funda, perdiéndose todas las ganancias y la reputación alcanzada.
Al ser una persona que administra y gestiona bienes que no son de su propiedad, es crucial que cuente con sólidos conocimientos de finanzas y contabilidad.
Gerente de una compañía.
El gerente de una compañía es aquella persona responsable de un departamento concreto de la misma. Es decir, lidera a un grupo de empleados que forman parte de dicha área y que actúan en función a las órdenes que el gerente baja de la estructura empresarial mayor.
Puede, o no, ser uno de los individuos de mayor mando empresarial. Sin embargo, su rol fundamental pasa por ser el responsable legal de la compañía, por lo cual, debe responder por las acciones de la misma.
Otra de las figuras que suele ser confundidas con el administrador es el de socio. Esta figura refiere a aquel sujeto dueño de acciones de la empresa.
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Navicelli, V. (31 de agosto de 2022). Definición de administración de empresas. Como arte, funcionamiento y tareas del administrador. Definicion.com. https://definicion.com/administracion-de-empresas/
