El concepto reactivo se utiliza, en español, para hacer alusión a aquello capaz de generar una reacción. Sin embargo, el uso más extendido tiene lugar en el ámbito de la química y alude a la sustancia que se emplea, en una reacción química, a fin de poder descubrir la presencia de otras sustancias.
El vocablo está vinculado con el término reactivus, que puede interpretarse como aquello que genera una acción contraria.
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Historia.
Un análisis del recorrido histórico sobre el trabajo con reactivos químicos nos lleva a la Edad Media; más específicamente, a Irán. Allí, en el 721 nace Abu Musa Jabir Ibn Hayyan Al-Azdi, conocido como Jabir ibn Hayyan (cuyo nombre latinizado es Geber).
Se conoce que, desde su juventud, y gracias a la labor de su progenitor como farmacéutico, el joven aprendió sobre medicina y farmacia, pero también sobre filosofía, botánica, astronomía y alquimia.
Considerado como el padre de la química, sus investigaciones en aquella época tenían un fuerte vínculo con el método científico, mucho antes de que esto fuese considerado en Europa.
Es valorado por una extensa obra en torno a experimentos, sobre elementos de trabajo en laboratorios que construyó y por haber redactado numerosos tratados científicos. Si bien diversos autores consideran que efectivamente es artífice de una vasta cantidad de obras, otros consideran que recopiló material de otros expertos para armar un corpus más completo. Incluso, se afirma que sus discípulos contribuyeron con múltiples anotaciones y comentarios al margen. Otro grupo de autores considera que es más una figura mitológica que una figura que efectivamente haya existido.
Parte de su trabajo estuvo enfocado en una amplia cantidad de experimentos con diferentes elementos. También, respecto del método científico, consideraba que era elemental para poder alcanzar estadíos más profundos de conocimiento y saber. Se le atribuye, de igual modo, haber podido sintetizar sustancias como el ácido clorhídrico (líquido transparente y altamente corrosivo capaz de provocar daño en los tejidos corporales) y el ácido nítrico (líquido más bien viscoso, también con la capacidad de generar quemaduras en los tejidos).
Gracias a su trabajo con reacciones químicas, es conocido no solo como un gran químico sino como uno de los alquimistas más importantes de su época y la historia.
La alquimia.
A propósito de las investigaciones de Jabir ibn Hayyan y de su labor como alquimista, exploremos el concepto de alquimia y su vínculo con las reacciones químicas y la experimentación.
La alquimia es conocida por ser una precursora en la experimentación científica con elementos químicos. ¿Qué significa esto? Que, históricamente, ha sido vinculada con el esoterismo, lo místico e incluso con la magia. De ahí que haya sido considerada de manera negativa, como una modalidad precientífica de experimentación.
Esta forma de saber, cuyo origen está en el árabe al-khīmiyā y, a su vez del griego χυμεία (es decir, mezcla de líquidos), se cree que surgió en Alejandría, alrededor de tres siglos antes de Cristo. También hay registros de que fue practicada en la Mesopotamia, en Persia y en Egipto.
Existieron múltiples objetivos en esta disciplina: en algunas vertientes, la intención era descubrir cómo curar enfermedades y cómo retrasar la vejez (e, incluso, la muerte). En otras, la experimentación se orientaba a descubrir el secreto de la inmortalidad y, en otras, los alquimistas emprendieron una larga búsqueda de cómo convertir diferentes materiales en oro.
Esta práctica era común durante el surgimiento del Imperio Romano, aunque siempre estuvo vinculada con el esoterismo y, por ende, con saberes heréticos, contrarios a los valores del cristianismo. Por tal motivo, es a partir de la Edad Media (con la caída del imperio) que renace, ya que no habría persecución alguna para quienes lo practicaran.
Hubo múltiples descubrimientos que los alquimistas realizaron y por los que se los considera, en cierto modo, los primeros químicos:
- Desarrollaron, aún de manera rústica, técnicas para la destilación, es decir, para separar componentes en una mezcla en función de sus puntos de ebullición.
- Contribuyeron con la preparación de diferentes ácidos, como los ácidos minerales (nítrico, sulfúrico y clorhídrico).
- Descubrieron (entre los siglos XIII y XVII) algunos elementos químicos: el arsénico, el zinc, el fósforo y el bismuto.
- Son pioneros en el uso del término metalurgia: hacia fines del XVII, se publicaron tratados sobre el trabajo con metales y su extracción.
Características.
En tanto en cuanto compuestos químicos, los reactivos son utilizados fundamentalmente en laboratorios. Allí es importante su adecuada clasificación para poder distinguirlos en función de algunos rasgos que los torna peligrosos:
- Si son inflamables
- Si son tóxicos
- Si son corrosivos
- Si son explosivos
Además, las diferentes variedades de reactivos se emplean para distintos tipos de reacciones químicas:
- Algunos se emplean en reacciones de adición, es decir, para formar una sustancia de mayor complejidad
- Otros se destinan a combinaciones que generan una sustancia más simple (como ocurre con la electrólisis del agua ya que, en su disolución, aparecen sus dos compuestos: hidrógeno y oxígeno)
- Otras reacciones generan un desplazamiento de electrones: mientras una de las sustancias se oxida (la que pierde los electrones), la otra se reduce (que es la que obtiene los electrones)
- Otras reacciones implican cambios en el núcleo: estas se conocen como reacciones nucleares y, mientras en un tipo (la fisión) el núcleo atómico se rompe en varias porciones más pequeñas, en otros casos (fusión) distintos átomos se unifican.
Tipos.
Existen dos elementos que constituyen los reactivos más utilizados en la química. Por una parte, el azufre: este es uno de los elementos que más frecuentemente se combina con otros.
Cabe destacar que es un elemento que puede ser muy peligroso cuando se está expuesto a él: algunos de los síntomas de su exposición son irritación en las fosas nasales o en la garganta, hemorragias y molestias en los ojos.
Por otra parte encontramos el amoníaco: este reactivo es uno de los que más peligro supone. Si es mezclado con ácidos se pueden producir sales de amonio. Sin embargo, es también un gas que posee un fuerte olor que impregna todo a su alrededor. Se recomienda siempre evitar el contacto con él de forma directa ya que es capaz de generar algunas heridas muy profundas en la piel, quemaduras graves y falta de aire.
Otro ejemplo conocido de reactivo es el indicador de pH: también denominados indicadores ácido-base, son sustancias gracias a las cuales es posible reconocer si nos encontramos frente a una solución ácida o no. Estos indicadores toman un color particular en función del elemento frente al que se encuentran: permiten, por señalar una posibilidad, distinguir agua de lluvia normal, que no provoca riesgos, y el agua de una lluvia ácida: esto solo se detecta gracias a estos reactivos.
Usos.
Como elementos frecuentes en los laboratorios, los reactivos permiten analizar qué cantidad de uno u otro elemento está presente en un compuesto o pueden ayudar a la producción de una base para utilizar en otros compuestos.
Son, además, un elemento central durante ensayos y análisis de distintos ítems. Por su alta peligrosidad se debe procurar tener todos los cuidados posibles al manipularlos o al exponernos a ellos.
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Fernández, A. M. (31 de enero de 2023). Definición de reactivo. Historia, tipos y usos. Definicion.com. https://definicion.com/reactivo/