La palabra herramienta deviene del latín ferramentum, y refiere a un tipo de instrumento fabricado en hierro. Está compuesto por dos partes, por un lado, ferrum, hierro; y, por otro lado, el sufijo mentum, que significa instrumento. Por lo tanto, esta palabra de origen latina hace mención a un instrumento de hierro que se utiliza para desarrollar una tarea concreta.
Se lo considera como un utensilio cuyo propósito es facilitar una acción, tarea o actividad mecánica. Dicha actividad muchas veces necesita de cierta fuerza y energía, lo cual requiere de instrumentos fuertes y precisos para concretarla de manera correcta. Como bien se mencionó al principio, una herramienta está compuesta de un material resistente, esto permite que sea perdurable y, a la vez, que facilite el trabajo, ya sea este mecánico o artesanal.
No obstante, la palabra herramienta suele aplicarse en diferentes contextos para hacer mención a cualquier elemento tangible o no, que permite el desarrollo de una tarea concreta. Por ello, se afirma que, una herramienta, cumple diferentes funciones, pues no solo se emplea para ejecutar una actividad concreta, sino que, además, para llevar a cabo otras acciones como, por ejemplo, el habla. Esto se debe a que, la voz, es una herramienta que posibilita al humano comunicarse con sus pares.
Lo más valioso de una herramienta es que, con ella, se pueden realizar diferentes trabajos. Por esa misma razón, el hombre ha creado diversas herramientas que le facilitan la vida y, sobre todo, el proceso operativo para una praxis concreta. Si bien se la considera como un utensilio o un elemento de trabajo, cuyo objetivo es hacer una determinada actividad y que, además, requiere de la aplicación de cierta energía y fuerza; en la actualidad la palabra herramienta ha desarrollado otros campos de aplicación. Es decir, no necesariamente debe referir a un objeto concreto, sino, también, a algo abstracto, que igualmente cumple un efecto transformador.
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Historia de la herramienta.
La historia de la herramienta puede remontarnos a la prehistoria, pues desde la existencia del hombre es que este ha utilizado diferentes utensilios para ejecutar alguna acción concreta. Ya sea para cazar y alimentarse o para construir su hogar o una canoa; el sujeto se ha hecho de instrumentos capaces de ejercer una fuerza y una energía para transformar una materia en un nuevo objeto de utilidad.
Durante antaño, nuestros antepasados idearon formas para fabricar sus propias herramientas, las mismas que les posibilitaron la vida. Con ellas desarrollaron tareas como la caza, la recolección y hasta encender fuego. Con el paso del tiempo, estas herramientas arcaicas se fueron sofisticando, hasta adaptarse a los tiempos modernos. A su vez, se han combinado con nuevas herramientas, dando así como resultado la creación de instrumentos capaces de responder a las necesidades actuales.
Sin embargo, el ser humano no es el único capaz de crear y hacer uso de utensilios. Algunos primates también han desarrollado la habilidad de fabricar sus propios instrumentos, los mismos que aplican para lograr objetivos concretos como, por ejemplo, alimentarse. Por citar algunos ejemplos, los monos que aplican la fuerza de la piedra para partir a la mitad un coco o, los que utilizan palos o ramas para dar con insectos escondidos entre las ranuras de los árboles.
Lo cierto es que, una herramienta facilita una acción diversa, y es por ello que el hombre ha generado diversos instrumentos. Si bien, los primeros en ser empleados fueron los palos, las piedras y los huesos; en la actualidad, existen otras tecnologías cuyo formato y función son mucho más sofisticadas.
Tipos de herramientas.
Los tipos de herramientas son diversos, pues, como mencionamos anteriormente, existen diferentes instrumentos de acuerdo a la necesidad que responden, para lo cual fueron creados. Sin embargo, podemos clasificarlas en dos grandes grupos.
- Las herramientas mecánicas
Las herramientas mecánicas son aquellas que, para funcionar, necesitan de una fuente de energía externa. Esto ocurre, por ejemplo, con la energía eléctrica. Pero, también requieren de la energía de motor o de máquina. Tienen la capacidad de desarrollar tareas más complejas que las herramientas que veremos a continuación y se las suele aplicar en campos de gran desarrollo como la reparación de equipos. Aquí encontramos herramientas como el torno, el gato hidráulico, la sierra eléctrica, etc.
- Las herramientas manuales
Las herramientas manuales son aquellas que, para funcionar, requieren de la fuerza humana. Aquí nos encontramos con los instrumentos de tipo acero, madera, goma o metal. El hombre suele aplicar estos materiales en tareas de reparación o de construcción.
También se las denomina como herramientas de fuerza muscular, pues solo requieren del brazo y de la mano del hombre para ser utilizadas. Esto ocurre, por ejemplo, con el martillo, las pinzas, la lima, etc.
Asimismo, las herramientas se pueden distinguir de acuerdo a su función. Aquí encontramos otra clasificación de las mismas. Las detallaremos a continuación.
- Herramientas de montaje: se usan para apretar o aflojar algún tipo de objeto.
- Herramientas de unión y medición: suelen emplearse para montar partes.
- Herramientas tipo máquinas de corte: cortan objetos en diferentes piezas.
- Herramientas de trazo: miden proporciones.
- Herramientas de sujeción: sirven para sujetar piezas.
- Herramientas de golpe: con ellas se golpea algo con fuerza.
Nuevas herramientas.
Con nuevas herramientas hacemos mención a los instrumentos tangibles o no, que el hombre ha desarrollado para facilitar muchos procesos de su vida. Sin embargo, algunas de estas nuevas herramientas son tan antiguas como el hombre, solo que, demoraron mucho tiempo en ser conocidas y, sobre todo, aplicadas en la vida diaria.
En la tecnología.
En el campo de las nuevas tecnologías encontramos con que la humanidad ha desarrollado un sinfín de herramientas capaces de mejorar los procesos y, sobre todo, acelerarlos. Uno de los más conocidos es el Internet. Sin dudas, este desarrollo tecnológico es hoy uno de los más usados en todo el mundo.
Las personas lo utilizan como una herramienta tanto laboral como de entretenimiento y social. Nos referimos, por ejemplo, a herramientas informáticas o de programación que se aplican en el área de la computación y, también, en el campo de los sistemas.
En la vida emocional.
En la vida emocional, una herramienta milenaria que en la actualidad se ha popularizado, es la práctica del yoga. Esta filosofía oriental se ha transformado en una herramienta capaz de armonizar la mente y el cuerpo, permitiendo desarrollar una vida más saludable y equilibrada.
Se dice que es una herramienta, porque brinda diferentes estrategias para mejorar los estados emocionales y, por tanto, se pueden aplicar en la cotidianeidad con resultados sorprendentes.
En lo biológico.
En lo que se refiere a lo biológico, los humanos han cambiado su concepto del organismo y su funcionamiento para verlo como un instrumento que permite la vida misma. Es por ello que se afirma, por ejemplo, que el cuerpo es la herramienta de trabajo de un deportista profesional, pero también, de una persona común.
Asimismo, del cuerpo se desprenden funciones y organismos que representan una herramienta como, por ejemplo, para un cantante, la voz. No podemos dejar de mencionar, también, la cavidad bucal con los dientes como primeros protagonistas en el acto de masticar alimentos.
De igual modo, la palabra herramienta, también se aplica en el campo de la economía, la empresa y el mundo financiero. En estos casos, hace mención a aquellos instrumentos tangibles o intangibles que permiten concretar cualquier tipo de proyecto a partir del cual se persigue un objetivo concreto.
Citar este artículo
Navicelli, V. (20 de abril de 2022). Definición de herramienta. Historia y tipos de herramientas. Definicion.com. https://definicion.com/herramienta/