La palabra carbohidratos se emplea, en química, para hacer alusión a una biomolécula, uno de los elementos fundamentales para la supervivencia de un ser vivo. Los carbohidratos se caracterizan por estar compuestos de carbono, hidrógeno y oxígeno: las proporciones en las que estos 3 elementos están presentes es 6, 12 y 6 (el doble de hidrógeno que de los otros elementos).
Además, son nutrientes elementales para las personas y se encuentran en múltiples alimentos de consumo diario.
Etimológicamente, el término se compone de las siguientes partes: carbono e hidrato. Estas, a su vez, tienen raíces en latín. En el caso de la primera, surge del concepto carbo, utilizado para nombrar al carbón. En el caso de la segunda palabra, proviene del vocablo hydratos que, a su vez, halla su origen en el griego ὕδατος: esto significa agua.
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Características.
Uno de los principales rasgos de los carbohidratos es que, en la biósfera, son uno de los elementos que más abunda. Además, pueden encontrarse de diversas maneras:
- Como azúcar: es la forma más elemental que puede adoptar el carbohidrato. Cuando se convierte en glucosa en nuestro torrente sanguíneo aporta energía tanto para los tejidos del cuerpo como para los órganos.
- Como almidón: el almidón es un polisacárido o, más bien, el resultado del cruce entre dos polisacáridos, la amilosa y la amilopectina. Ambos polisacáridos son largas cadenas conformadas por glucosa. Mientras la primera supone un conjunto de moléculas dispuesto de forma lineal y conformado por anillos de glucosa, la amilopectina también se constituye por estos anillos pero, además, cuenta con diferentes ramificaciones.
- Como celulosa: este carbohidrato, también parte del grupo de los polisacáridos, cuenta en alrededor de 3000 (o más) moléculas de glucosa. A diferencia del almidón, su estructura molecular supone una mucho más compleja que la de los almidones: por tal motivo, el aparato digestivo no logra procesar correctamente la celulosa (aunque la ingerimos en alimentos como el apio) pero sí el almidón.
La utilidad de los carbohidratos no es únicamente nutricional: son parte fundamental del proceso de constitución del tejido del cuerpo y también de material genético. ¿Qué significa esto? Existen dos ácidos nucleicos (biomoléculas que almacenan y expresan nuestra información genética):
- ácido desoxirribonucleico o ADN
- ácido ribonucleico o ARN
Cada uno tiene un azúcar en su estructura: la desoxirribosa (en el ADN) es una aldopentosa, es decir un monosacárido compuesto por cinco átomos de carbono. La ribosa (en el ARN) también es una aldopentosa; esta, además de ser soluble como la desoxirribosa, es soluble en alcohol.
Tipos.
Generalmente, se considera que existen dos grandes grupos de carbohidratos. Veamos las características y funciones de cada uno.
Carbohidratos simples.
Con el nombre de carbohidratos simples se conoce a aquellos carbohidratos que son absorbidos velozmente por el organismo y se convierten en azúcar. Por este motivo, también se los denomina azúcares simples.
Es posible hallarlos en diferentes alimentos de consumo frecuente:
- frutas
- lácteos
- azúcar de mesa
Son, al mismo tiempo, uno de los componentes principales de todos los alimentos refinados. Los productos refinados son aquellos que han sufrido un proceso químico industrial de extracción de cáscaras (que contiene fibras) y vitaminas, entre otros nutrientes.
De igual modo, su sabor muchas veces se ve modificado ya que, durante este proceso, se le incorporan azúcares u otros saborizantes que mejoran su sabor. Su calidad nutricional es menor en comparación con productos elaborados con más cantidad de fibra o de granos enteros.
Su composición puede ser de dos formas:
- Monosacáridos: reciben este nombre ya que son la molécula que no puede realizar el proceso de hidrólisis, es decir, romperse en moléculas más pequeñas. Las formas más conocidas que adopta son la fructosa y la glucosa. La primera se absorbe en el intestino y la segunda, en el hígado y los músculos.
- Disacáridos: esta molécula, para poder ser adecuadamente absorbida, debe descomponerse en partes más pequeñas (por ende, debe transformarse en moléculas monosacáridas). Se compone a partir de dos moléculas de azúcar que se unen y se quita una molécula de agua.
Carbohidratos complejos.
Los carbohidratos complejos son aquellos que le brindan al cuerpo vitaminas, fibras y minerales esenciales para mantenerse con energía. Son considerados de mayor calidad nutricional que los simples.
Estos hidratos de carbono se componen a partir de moléculas de azúcar muy largas, dispuestos en formas de cadenas. Otro nombre que reciben es almidones.
Para poder distinguir su funcionamiento respecto de los hidratos de carbono simples, veamos cuál es el proceso por el que pasa el azúcar en el cuerpo.
Tras ingerir un alimento, los hidratos de carbono se descomponen en el organismo, se transforman en glucosa e ingresan al torrente sanguíneo: esto es lo que proporciona energía. La encargada de regular los niveles de azúcar en el cuerpo es la insulina.
¿Qué es la insulina? Es una hormona que se produce en una glándula que se localiza en el estómago: el páncreas; además, es la encargada de que todas las células del cuerpo puedan obtener el azúcar necesario a través de su absorción.
Ahora bien: cuando ingresa una alta cantidad de azúcar, el excedente se almacena en el hígado, donde toma la forma de glucógeno. Cabe destacar que si el páncreas no produce la suficiente insulina para que esta regule el ingreso de la glucosa al torrente sanguíneo, la persona puede sufrir problemas de salud. Cuando los niveles de glucosa o azúcar en la sangre son muy altos, la persona es propensa a desarrollar diabetes.
Esto es elemental para comprender, entonces, la diferencia del funcionamiento entre carbohidratos complejos y simples: los complejos tienen una estructura molecular por la que la conversión en glucosa es mucho más lenta. Esto se debe a sus altos contenidos en fibras, que ralentizan la digestión de los hidratos de carbono.
Los carbohidratos simples, por otra parte, dada su rápida conversión en azúcar, ingresan de manera mucho más rápida al torrente. No solo se recomienda un control de su consumo en el caso de que se tenga diabetes, sino que a la población en general también se le recomienda controlar el consumo excesivo.
En la nutrición.
A propósito de la rápida conversión de carbohidratos simples en azúcar, se ha extendido la idea de que son negativos para la salud humana y, por lo tanto, deben evitarse.
Sí puede afirmarse que las harinas integrales (con la piel y la fibra del grano) son más recomendables que las harinas refinadas, por ejemplo, como la harina blanca. Ocurre algo semejante con los diferentes tipos de arroces: se recomienda aumentar el consumo de arroces integrales y disminuir el de arroz blanco, refinado.
Sin embargo, esto no significa que los carbohidratos simples no deban consumirse: ambos grupos son importantes para obtener energía y, en el caso de los simples, la proveen en un corto período de tiempo.
Esto es importante en situaciones en las que a alguien le baja la presión por alguna razón en particular. En estas ocasiones, es común que se le dé a la persona una galleta, una golosina o alguna fruta que le provea azúcar para estabilizar su presión y prevenir un mareo más intenso.
Por este motivo, se observa que en dietas que se vuelven populares o que no están controladas por un nutricionista, se restringen los carbohidratos para poder bajar de peso. Sin embargo, en ellas son comunes los efectos físicos: la persona puede sentir dolores de cabeza, fatiga, sueño constante y debilidad física. Esto es porque el cuerpo ha sido privado de su fuente elemental de energía.
Se recomienda, por esta razón, que una restricción o un aumento del consumo de carbohidratos esté siempre indicado por un profesional de la salud que conozca los requerimientos que cada cuerpo tiene.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (16 de noviembre de 2022). Definición de carbohidratos. Tipos, rasgos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/carbohidratos/