La palabra proletariado proviene del latín proletarius, cuyo significado es perteneciente a los hijos. El proletariado es la clase social que, dentro del sistema capitalista, no posee los medios de producción, es decir, que no le queda otra que trabajar para otros a fin de conseguir un salario.
El término también fue utilizado antes del capitalismo en la República Romana con el objetivo de describir a quienes no tenían ninguna propiedad y lo único que terminaban aportando al imperio eran hijos (prole) para agrandar el ejército.
Muchos años después, luego de haber estudiado Derecho Romano en la Universidad de Berlín, Karl Marx reutilizó el concepto para darle un nombre a la clase de trabajadores explotados por los burgueses.
Junto a Engels, en el conocido Manifiesto comunista, definían que por proletarios se entiende al segmento de trabajadores asalariados modernos que, sin tener medios de producción que les pertenezcan, se encuentran en la obligación de vender su fuerza laboral para garantizar la existencia.
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Proletariado y lucha de clases.
La fórmula Marx-Engels definió al proletariado en términos de lucha de clase contra la burguesía. Según estos autores, el poder de los burgueses se agiganta solo a costa del empobrecimiento de la prole.
Engels escribía en 1883, varios años después de la publicación del Manifiesto comunista, para definir su idea troncal, que toda la historia de la humanidad fue una historia de la lucha de clases, entre quienes explotan y aquellos que sufren la explotación, entre las clases que dominan y las que oprimen.
Y que, históricamente, esas luchas o tensiones fueron evolucionando hasta alcanzar un nivel de desarrollo en el que las clases explotadas (proletarias) ya no pueden emanciparse del mando de las clases explotadoras y dominantes (los burgueses) sin emancipar a su vez a toda la sociedad de ser explotada y oprimida, eliminando a su vez las divisiones y luchas de clases.
Proletariado y sindicatos.
Contemporáneamente a que Marx y Engels le dieran origen al pensamiento obrero marxista, Mijaíl Bakunin y Pierre-Joseph Proudhon sentaban las bases del anarquismo. Estas corrientes ideológicas, durante la década de 1840, fueron caldo de cultivo para toda una serie de movimientos revolucionarios que se sucedieron en Europa, teniendo como año culmine el 1848 – el mismo de la publicación del manifiesto comunista– con levantamientos obreros que se extendieron por casi todo el continente, con especial importancia en Inglaterra y Francia.
El sindicalismo comenzó a surgir como tercera agrupación obrera -además de anarquistas y socialistas– a partir de 1850, y se instalaría finalmente como el arma principal de la lucha proletaria a lo largo de la historia.
A pesar de que existen y existieron varias centrales obreras que nuclearon a todos los trabajadores del mundo -siendo la primera la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), también llamada La Internacional, creada en Londres en 1864-, lo cierto es que los reclamos y sus logros estuvieron sujetos al contexto particular de cada movimiento obrero, que lógicamente era distinto en cada uno de los países. En ese sentido, cada nación tuvo su propia historia sindical.
El proletariado en la cultura.
Germinal es una película de 1993 dirigida por Claude Berri que cuenta las vivencias de Étienne Lantier, un hombre desempleado que llega al norte de Francia a fines del siglo XIX para trabajar en una mina de carbón llamada La Voreux.
Pronto, las condiciones inhumanas de los trabajadores en la mina terminarían despertando en él una conciencia de clase obrera y bajo su conducción los mineros acabarían organizándose para protestarle a la burguesía. Este filme muestra muy bien el contraste entre los burgueses y el proletariado y lo hace con un compromiso histórico muy digno.
La música también ha sido un refugio y un arma de protesta para el proletariado. Por nombrar un ejemplo más o menos actual, la banda española de ska punk Ska-P es conocida por sus canciones antisistema. En su tema El vals del obrero cantan algunas líneas relacionadas con el orgullo proletario, en las que describen las dificultades que un trabajador debe vivir para sobrevivir en este sistema, mientras que arengan e invitan a la revolución.
El proletariado fue creando a su alrededor una cultura de aguante propia y representativa que en muchos casos sirvió para magnificar y aumentar el poder de su voz y así el alcance real de sus reclamos.
Tipos de proletariado.
El marxismo distingue tradicionalmente entre dos clases de proletariado:
- Proletariado propiamente dicho: son el grupo obrero que cobra un salario por ofrecer lo único de lo que son propietarios, que es su fuerza de trabajo.
- Subproletariado o Lumpemproletariado: con carencia de conciencia de clase, este grupo marginal se ubica por debajo del proletariado y en numerosas ocasiones, al no tener ni su fuerza de trabajo para vender, acaban siendo criminales para sustentarse, mendigos o desempleados crónicos. Este conjunto, según Marx, no contribuye a la Revolución social porque sus integrantes no tienen nada.
Hacia fines del siglo XX y principios del XXI, con el afianzamiento del capitalismo neoliberal en gran parte del planeta, varios académicos consideraron la inclusión de una nueva clase social al sistema de estructura de clases. El economista Guy Standing le dio en el año 2011 el nombre de precariado y está conformada por personas que están parcialmente involucradas al trabajo, que pueden estar desempleadas por tiempos indefinidos o bien estar en un empleo insuficiente mal remunerado o directamente no remunerado.
El proletariado revolucionario.
El objetivo o lo que mueve en general tanto a los socialistas y los anarquistas como a los sindicalistas es, a fin de cuentas, la Revolución obrera o proletaria, un concepto fuertemente ideológico que consiste en el derrocamiento de la clase dominante a través de la toma del gobierno por parte de los obreros.
Cada corriente ideológica considera su propia teoría como la válida para llegar a la Revolución. Tenemos como ejemplos la revolución bolchevique de Rusia en 1917 o la Revolución cubana. Las sociedades son muy distintas entre sí como para plantear un método único revolucionario. Sin embargo, aunque los ejemplos anteriores parecen haber quedado viejos y la crisis económica mundial se agrava todos los años y no pareciera eso repercutir en un cambio social y estructural profundo, al proletariado no le queda otra que organizarse y movilizar en contra de las injusticias del sistema.
Que la Revolución hoy en día suene algo pretenciosa para algunos no significa ni que lo sea del todo ni mucho menos debe significar resignación. Cuando el proletariado no demuestra conciencia de clase, es ahí donde el sistema se pone más duro y violento.
Citar este artículo
Krause, G. (30 de septiembre de 2022). Definición de proletariado. Lucha de clases, revolución, sindicatos, cultura. Definicion.com. https://definicion.com/proletariado/