La palabra profilaxis se emplea, en el ámbito de la medicina y la salud, para aludir a las medidas que se toman para prevenir que se produzca una enfermedad o una infección. Existe un área concreta, denominada medicina profiláctica, que aborda específicamente este tema.

El término proviene del griego προφυλαξις, que se compone de la siguiente manera:

  • προ (pro), que da idea de antes o previo a
  • φύλαξ (phylax), que se traduce como guardián

Por tal motivo, su significado en español puede entenderse como preventivo o prevención.

Profilaxis y cuidados.
La profilaxis comprende todas las medidas gracias a las cuales se previene la propagación de infecciones o enfermedades.

En medicina.

El concepto de profilaxis se usa, principalmente, en las disciplinas vinculadas con la salud: se aprovecha en ámbitos como la salud pública, la salud sexual, la odontología y muchas otras, es decir, en la medicina en general.

Ahora bien, algunas características son que la profilaxis supone la puesta en marcha de acciones preventivas, que cumplen con dos objetivos:

  • maximizar la buena salud del paciente o los pacientes
  • retrasar lo máximo posible una eventual enfermedad

Es decir, la profilaxis no detiene una patología o una infección una vez que ha aparecido en el cuerpo de alguien, sino que se apela a todas las herramientas al alcance para impedir que la enfermedad inicie. Por esta razón, a la rama de la salud encargada de ello se la conoce tanto como profilaxis como también bajo la denominación de medicina preventiva.

La medicina preventiva es uno de los ejes elementales del sistema sanitario de una comunidad o sociedad. Más allá de las acciones individuales (sobre cada sujeto), la profilaxis pone el foco en diagnosticar enfermedades, tomar acciones y tratar de reducir al máximo un posible escenario de complicaciones en el conjunto social.

Gracias a ella pueden tomarse medidas, en diferentes niveles, para la prevención:

  • Prevención primaria: implica tanto acciones para emplear en el día a día (por ejemplo, lavado de manos con agua y jabón) como ayudar a alentar hábitos saludables generales a largo plazo (alimentación sana, actividad física y reducir consumo de tabaco, entre otras).
  • Prevención secundaria: supone la aplicación de tratamientos una vez diagnosticada una enfermedad o su potencial aparición en el corto y mediano plazo. Un ejemplo son las pruebas para detectar múltiples tipos de cáncer (como el cáncer de mama, que se produce mayormente en mujeres y, en menor medida, en varones).
  • Prevención terciaria: en esta instancia, con una enfermedad que ya ha provocado efectos en el organismo del paciente, la profilaxis apunta a ayudar a mejorar el día a día de la persona. De este modo, los controles anuales a gente con una patología, la rehabilitación de un paciente que necesita fisioterapia o los controles diarios de valores (como la glucemia, si se posee algún tipo de diabetes) representan este nivel.
  • Prevención cuaternaria: esta categoría supone que existen pacientes que han sido sobremedicados, mal medicados o intervenidos innecesariamente. Por ello, se trabaja en reformar o restaurar los posibles daños provocados en el cuerpo, en la psiquis y en la vida diaria del paciente por una práctica médica mal ejercida.
Prevención terciaria
La rehabilitación a pacientes que han sufrido algún daño físico se considera dentro de la profilaxis terciaria.

Ejemplos particulares: en salud bucal.

Cuando se habla de profilaxis en odontología se habla del conjunto de actividades orientadas a impedir, en un mediano o largo plazo, la aparición de molestias dentales y bucales.

El grupo social al que mayormente se trata de enseñar a prestar atención a estas situaciones es a quienes transitan la infancia. La alimentación de los preadolescentes y niños, en general, puede estar más expuesta a posibles afecciones en la boca en comparación con el segmento de adultos.

¿A qué se debe esta situación? A que los más pequeños, sin instrucción ni guía, no necesariamente son conscientes de la importancia del cuidado bucal, o del riesgo a largo plazo del consumo de dulces, caramelos y golosinas.

Es importante una revisión periódica (de acuerdo con lo que el profesional le indique a sus padres o tutores), para prevenir las siguientes situaciones:

  • Aparición de caries: las caries son bacterias que transforman los azúcares presentes en los alimentos en ácidos que corroen y atacan el esmalte de los dientes. Con el paso del tiempo, pueden producirse pequeños agujeros que resultan muy dolorosos (tanto para niños como para adultos), además de hinchazón, molestia y, si no es tratado a tiempo, puede ser una infección muy grave.
  • Aparición de gingivitis: esta enfermedad en la boca afecta directamente a las encías (gingīva significa encías e -ῖτις, -itis, se entiende como inflamación). Se genera no solo hinchazón en ellas sino también sangrado, lo cual puede ser doloroso e incómodo para las y los pacientes.

Las visitas a odontólogos para una limpieza bucal suelen recomendarse cada seis meses, o una vez al año si el paciente presenta un buen cuidado; sin embargo, la frecuencia va a depender de cada caso.

La forma cotidiana de incorporar el hábito del cuidado es el uso de cepillos dentales adecuados a la anatomía de la boca, ya que existen diferentes tipos de cerdas y de dentífricos o pastas dentales.

Cuidados y salud bucal
La profilaxis odontológica puede practicarse desde la infancia para que los más pequeños aprendan cómo golosinas y dulces, a largo plazo, pueden afectar su salud bucal.

En salud sexual.

En relación con la protección sexual y reproductiva, la palabra profilaxis tiene dos usos particulares. Se habla de profilaxis cuando hay posibilidad, en el marco de una relación sexual, de ciertas situaciones:

  • de contraer VIH u otras ITS
  • de que ocurra un embarazo

Veamos a continuación cómo prevenir estos riesgos.

Profilaxis preexposición o PrEP.

La PrEP es una de las maneras en que personas sin VIH, pero con riesgo de contraerlo, pueden prevenir la transmisión. Consiste en medicamentos antirretrovirales que constituyen un bloqueo a la infección del virus. Si se toman en el momento adecuado, con la frecuencia señalada y durante el tiempo que el profesional indique, la eficacia es muy alta.

Estos medicamentos pueden venir en diferentes formatos (pastillas, inyectables), y el profesional de salud será quien se encargue de señalar cuál es la manera más conveniente.

Profilaxis posexposición o PEP.

La profilaxis posexposición, por el contrario, se inicia como tratamiento con alguien que sí ha estado expuesto o expuesta al VIH; debe empezar a tomarse inmediatamente.

Gracias a estos remedios se detiene el avance de la infección en el cuerpo de la persona expuesta; suele requerirse una ingesta de medicamentos a lo largo de 28 días, aproximadamente, para que el tratamiento funcione.

Un caso en que la PEP es adecuada es, principalmente, si se mantuvieron relaciones sexuales sin protección (condón o preservativo) con alguien que pueda tener VIH. También se recomienda hacerlo en caso de haber sufrido una agresión sexual. Finalmente, se sugiere la PEP si se han compartido elementos como agujas o algodones (por consumo de drogas) con gente que posiblemente pueda tener VIH.

Salud sexual
La profilaxis sexual supone cuidados para prevenir la transmisión de ITS y/o que ocurran posibles embarazos.

Como ocurre en la mayoría de casos en el que alguien se expone (tanto a la posible transmisión de un virus como a un embarazo), los profesionales aconsejan acudir a la sala de emergencias, clínica, hospital o dispensario lo más pronto posible. Se recomienda, incluso, ir inmediatamente tras la exposición: mientras más pronto se inicie el tratamiento, mucho mejor.

Es posible empezar este tratamiento hasta 72 horas después de haber estado en situación de riesgo ya que, antes de los medicamentos, es necesario un examen de sangre. Esto se debe a que si alguien ya tiene el virus (VIH fundamentalmente, pero también otros), no podrá empezar el tratamiento de PEP.

Si no se cuenta con ninguna infección, el tratamiento dura alrededor de un mes, aunque posteriormente se hacen exámenes de rutina y chequeo para verificar que todo esté en orden. Es posible que la persona experimente efectos secundarios como náuseas o mareos temporales.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (19 de diciembre de 2022). Definición de profilaxis. Tipos, rasgos y ejemplos. Definicion.com. https://definicion.com/profilaxis/

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