En biología, eucariota (o Eukaryota, en griego) es el nombre con el que se conoce a las células cuyos núcleos están rodeados por una membrana. Suelen tener, en el interior de ese núcleo, el material genético correspondiente a cada organismo (que se denomina ADN). Hay una gran cantidad de células eucariotas. Sin embargo, pueden destacarse las células vegetales, las animales y la de los hongos.
El término proviene del griego antiguo εὖκαρυωτός, eukarontós, que se conforma de dos partes:
- Εὖ, eu, que significa bueno, bien o verdadero
- καρυωτός, karontós, que se traduce como nuez, almendra, núcleo o carozo
De acuerdo con su etimología, el término puede traducirse como “núcleo verdadero”.
Las células eucariotas se diferencian de las células procariotas porque estas últimas no cuentan con un núcleo perfectamente definido. El prefijo de este término, pro-, alude a “antes de”: por ende, puede interpretarse como un estadío anterior al de una célula eucariota, que posee un núcleo ya definido.
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Orígenes.
Uno de los primeros eventos de nuestra evolución, la aparición de las células, tuvo lugar hace alrededor de 3000 o 3500 millones de años. En ese momento surgieron las células procariotas. Posteriormente, casi 1500 millones de años después, surgieron las células eucariotas. Otras teorías suponen que el origen es mucho más antiguo, alrededor de 3500 millones de años. Esta estimación coincide con los primeros registros fehacientes de existencia en nuestro planeta.
La teoría más importante del siglo XX sobre la evolución biológica, y que ilumina el panorama respecto de las células eucariotas, es de Lynn Margulis (1938-2011), una bióloga de Estados Unidos. Su aporte más conocido es el de la endosimbiosis seriada: esta teoría no es la única sobre el proceso evolutivo, pero es una de las más aceptadas por la comunidad científica.
Con ella se señala que el paso de las células procariotas a las eucariotas tuvo que ver con las incorporaciones simbiogenéticas de bacterias. ¿Qué significa esto? Que de la sucesiva interacción entre diferentes formas de vida, muchas de sus características y rasgos se fueron fusionando paulatinamente. Tras millones de años de esta fusión, poco a poco la célula eucariota tomó lugar.
Características.
Uno de los múltiples rasgos que caracterizan a las células eucariotas es su tamaño. Este tipo de organismos se mide en micrómetros (micrón), unidad de longitud equivalente a una milésima de un milímetro y se expresa mediante el símbolo µm. Las eucariotas poseen distintas proporciones, ya que pueden ir desde los 10 µm hasta los 100 µm, aproximadamente.
Además de presentar diferencias en materia de tamaño, adoptan múltiples formas. Pueden ser planas o cilíndricas, estrelladas o incluso esféricas. Esto depende del medio en el que están. La constitución de un núcleo, además, es otra de sus características específicas: este núcleo se conforma por células que están protegidas por una membrana de doble capa.
Un último rasgo es que es el elemento constitutivo de todos los organismos que pertenecen al dominio que toma su nombre, Eukarya o Eukaryota. En él se incluyen las plantas, animales, hongos y protistas; de ahí que se afirme que las eucariotas dan origen a los cuatro reinos.
Tipos.
Existen 4 tipos de células eucariotas:
- Vegetales: estas conforman los organismos pertenecientes al reino Plantae. Por lo tanto, son propias de aquellos que efectúan la fotosíntesis, es decir, el proceso mediante el cual incorporan nutrientes mediante la luz y luego liberan oxígeno fundamental para la supervivencia de otros seres y para el medioambiente.
- Animales: es propia de los tejidos animales (organismos pluricelulares). Comparten con las células vegetales el núcleo constituido, las membranas, el citoplasma y el ADN interno. Las células animales, además, se diferencian en función de las tareas que efectúan:
- Algunas transportan por el organismo los nutrientes necesarios para sobrevivir y el oxígeno
- Otras constituyen los huesos y le dan su estructura
- Varias protegen al cuerpo de enfermedades gracias a que fortalecen el sistema inmune, etcétera.
- De los hongos: estos son también organismos pluricelulares. Sin embargo, existen hongos unicelulares. Tienen algunos componentes específicos como la quitina, carbohidrato que constituye las paredes celulares de los hongos y que es la que permite que tengan una estructura rígida y resistente.
- Protistas: este grupo está constituido por todos aquellos seres vivos eucariotas que no pueden ser clasificados dentro de un grupo con particularidades en común. Por ende, son tanto organismos pluricelulares como unicelulares. Históricamente, se ha incluido en este conjunto a las formas más primitivas de vida (protozoos, algas y otros), por lo que actualmente ha caído en desuso. De ahí que cuando se habla de reinos, en la actualidad no suelen abarcarse a los organismos protistas.
Partes.
Una célula eucariota se compone de once partes, las cuales veremos a continuación. El aparato de Golgi, o complejo de Golgi, es un organelo celular capaz de elaborar proteínas y moléculas de lípidos que transporta a los lugares donde serán usadas. Es, entonces, una de las partes internas de una célula y una de las más relevantes.
Los centriolos, en tanto, son los encargados de organizar los componentes del sistema esquelético de una célula (que reciben el nombre de microtúbulos). Intervienen, además, en los procesos de división celular, ya que cada centriolo de una célula conformará luego cada célula nueva que surja de esa división.
La membrana de una eucariota, o membrana plasmática, es una bicapa que envuelve a la célula y protege su interior del exterior. Se compone de lípidos, grupos de carbohidratos y proteínas. Su función es regular el transporte de las sustancias: permite que ingresen los nutrientes correspondientes a la célula y saca al exterior las sustancias que son inservibles.
Por otra parte, los ribosomas son una estructura ubicada al interior de las células que se encarga de elaborar proteínas (ya que reúne aminoácidos). El citoplasma, indica la teoría, es un líquido que llena el interior de las células. Se compone de sales, aguas y otras moléculas. La vacuola es un organulo que contribuye con la eliminación de residuos, mientras que el retículo endoplasmático es el que produce proteínas para ayudar al funcionamiento celular.
Finalmente, los últimos componentes son los siguientes:
- Lisosomas: reciclan los desechos y tienen la capacidad de destruir virus y bacterias
- Mitocondrias: suministran la energía necesaria para la actividad de la célula
- Nucleolo: está ubicado al interior de una célula y ayuda a que los ribosomas, que elaboran proteínas, sean ensamblados al interior de la célula
- Núcleo: se encuentra tanto en células vegetales como animales y es el componente que diferencia una célula procariota de una eucariota. Contribuye a proteger la información genética de la célula, controla cómo se producen las proteínas en ella y es un elemento fundamental para que se produzca la división celular
Importancia.
Su aparición supuso algo desconocido, dado que implicaba una muy compleja estructura interna. Gracias a este tipo de células se instala el génesis de la vida pluricelular que entraría en juego posteriormente. Un ejemplo de ello es que gracias a las células eucariotas surgirán, eventualmente, los reinos animal, vegetal y fungi.
De este modo, son ellas las que posibilitan que, con el paso de miles y miles de años, hayan salido a la luz organismos de alta complejidad celular. Se estima que, de no haber ocurrido esto hace millones de años, las posteriores formas de vida sobre la Tierra hubiesen sido complejos sistemas de bacterias.
Además, gracias a su diferencia central con las procariotas (esto es, que las eucariotas tienen un núcleo interno recubierto por membranas), el ADN resguardado en su interior permite que se protejan los genes que regularán el modo de comportamiento del organismo que posea esta célula.
Citar este artículo
Fernández, A. M. (6 de septiembre de 2022). Definición de eucariota. Orígenes, partes e importancia. Definicion.com. https://definicion.com/eucariota/
