Confinamiento es el nombre que recibe el acto de permanecer confinado o confinada, es decir, de estar aislado de otras personas por diferentes motivos.

Es, fundamentalmente, un aislamiento con carácter de obligatoriedad, y suele ser impuesto por algunas instituciones sobre un ciudadano en particular, o sobre varios.

El término proviene del latín confinis, que se empleaba para aludir a la acción de encerrar a alguien dentro de un límite.

Características.

Algunas características del confinamiento, en tanto en cuanto reclusión de una persona, son las siguientes:

  • Puede ser por voluntad propia, pero también puede ser impuesto por terceros
  • El tiempo durante el cual la persona estará aislada puede variar entre un corto plazo, uno extendido o, incluso, uno indefinido
  • La persona no tiene contacto físico con otros, ya que esto anula el aislamiento; en la actualidad, sin embargo, este aislamiento puede estar acompañado por el contexto a través de medios digitales (como un teléfono celular o una computadora)
  • Las causas de esta reclusión pueden ser múltiples: una enfermedad, una razón legal, por prevención, etc.
Aislamfiento y soledad
Durante un confinamiento no se puede estar con muchas personas ni tener contacto físico con otros.

Impacto en la salud mental.

El aislamiento de una persona respecto de otras puede tener un grave impacto sobre la salud mental de quien atraviesa este encierro. Sin importar el motivo específico, cuanto más estricto sea el aislamiento (y cuanto más tiempo se permanezca en esa posición), mayor puede ser el cuadro de angustia que alguien puede experimentar.

Al no encontrar estímulos externos, el ser confinado enfrenta lo siguiente:

  • Apatía
  • Cuadros de depresión
  • Trastornos emocionales
  • Imposibilidad de conciliar el sueño con normalidad
  • Altas cargas de estrés
  • Alteraciones en la rutina de alimentación (puede haber una ingesta desmedida de alimentos o, por el contrario, esta puede verse muy reducida)

Estos elementos, entre otros que tal vez surjan, pueden provocar profundos cambios en la persona y, si a largo plazo este estado de encierro finaliza, puede llevarle un largo tiempo recuperar sus rutinas y hábitos previos al confinamiento.

En la historia.

A nivel histórico, el aislamiento humano es un fenómeno frecuente en las distintas sociedades desde hace miles de años. Veamos dos ejemplos.

La antigüedad griega.

En la cultura occidental, una de las manifestaciones del confinamiento recibió el nombre de ostracismo.

Esta era una pena que alguien debía cumplir cuando se lo consideraba poco digno de convivir con el resto de los ciudadanos.

Vasijas
El ostracismo consistía en relegar a una persona de la vida pública durante un tiempo; su nombre quedaba asentado en trozos de cerámica, signo de su castigo.

Fue instaurada entre finales del siglo VI a. C. y principios del siglo V a. C., y se ejecutaba de la siguiente manera:

  • Una vez al año, por lo general durante los primeros meses, los ciudadanos se reunían para votar si debía procederse con la expulsión de algún poblador. Esta expulsión se aplicaba fundamentalmente sobre personajes vinculados con la vida política que hubieran fallado de una u otra manera a los civiles.
  • Debía alcanzarse un determinado número de votos para que esta práctica se pusiera en marcha. Si había una mayoría de votos positivos, se procedía.
  • Posteriormente, se indicaban los nombres de las personas cuya permanencia en la ciudad sería sometida a votación. Cuando el nombre de ese sujeto era votado en más de un 60 %, aproximadamente, se resolvía expulsarlo de la ciudad.
  • La expulsión duraba, por lo general, hasta diez años, aunque era posible que la víctima regresara antes. Durante ese tiempo, no necesariamente perdía sus derechos como ciudadano, aunque no podía ingresar a la ciudad bajo ningún punto de vista.

Proveniente del griego ὀστρακισμός (ostrakismós), deriva de la palabra ostrakón, es decir, concha o caparazón. Esto es porque, al momento de votar quién sería el ostraquizado, se escribía su nombre en pedazos de cerámica de vasijas rotas sin ninguna utilidad.

En pocos años, el ostracismo pasó de ser una herramienta para limitar los anhelos de poder de quienes tuvieran acceso a estos puestos a ser un arma que los rivales políticos usaban, sin reparo, contra sus adversarios.

En las sociedades orientales.

En algunos países de Asia, tras el parto, las madres deben cumplir con una tradición que, en países como China, es denominada sentarse por un mes. Esta práctica data de miles de años y tiene algunos objetivos que lo hacen muy importante en estas circunstancias:

  • Ayuda a que su cuerpo se recupere sin esfuerzos excesivos (sin atender las labores del hogar, por ejemplo)
  • Le permite adaptarse al recién nacido, a sus rutinas, sus horarios y sus hábitos como la lactancia
  • Le permite a la madre poder descansar de forma adecuada, y se prefiere que permanezca en completo reposo durante las casi cuatro semanas en las que está confinada
  • Se la insta a consumir alimentos que la nutran y que sean saludables tanto para ella como para su bebé, y se procura que evite comestibles o bebidas que puedan alterar su calma (como el café)
Maternidad
La tradición de confinar a la madre y al recién nacido, en Asia, procura ayudarla a recuperarse del parto.

Entre otros aspectos, muchas veces se le sugiere a la madre que evite escuchar o leer noticias que puedan angustiarla durante su confinamiento, para prevenir que llore y sienta malestar.

También se suele recomendar que se eviten las relaciones con su pareja, para poder recuperarse completamente del parto recientemente experimentado.

Su vínculo con las enfermedades.

A lo largo de la historia, el confinamiento ha sido también una herramienta para poder contribuir con una menor tasa de contagios durante una enfermedad. En este contexto, el confinamiento suele adoptar el nombre de cuarentena: esta palabra surge del italiano quaranta giorni, es decir, cuarenta días.

Este era el tiempo estimado durante el cual, en la década del '40 y '50 del siglo XIV d. C. se creía que aparecían los síntomas de la peste negra. Esta fue denominada así porque las grandes ampollas que aparecían en la piel tomaban este color. Junto con la tos con sangre que provocaba llevaba a un rápido fallecimiento.

La peste negra logró ser controlada en algunas localidades de Europa (como, por ejemplo, en Ragusa, Sicilia) gracias a que se obligó a los habitantes a permanecer confinados durante 40 días. Todo aquel comerciante o vendedor que llegara al puerto debía aislarse también: esto prevenía que, si tenía la infección, no la propagara más aún.

Ragusa es la primera ciudad que adoptó la cuarentena como norma obligatoria para prevenir más contagios; sin embargo, la peste negra terminó con la vida de, según se estima, más de doscientas millones de personas, y llegó a zonas de África y Asia.

Cuarentena preventiva
Las cuarentenas, método para prevenir la propagación de enfermedades, datan de miles de años atrás.

A principios del siglo XX, en 1918, tuvo lugar una pandemia a raíz de un brote de influenza tipo A. Coloquialmente, se la denomina gripe española ya que en España, neutral durante la Primera Guerra Mundial, se documentaron como en ningún otro país los efectos de esta enfermedad.

Su propagación (se afirma que el paciente cero estaba en una base militar norteamericana) rápidamente se aceleró a través de los buques con soldados que llegaban a la costa europea para luchar en el frente. Murieron soldados de todos los países, y pronto se extendió a islas más alejadas y a países como China, entre otros.

Si bien el confinamiento se implementó en aquel momento, y fue acompañado de medidas sanitarias públicas, en menos de un año había acabado con la vida de alrededor de cien millones de personas.

Alrededor de cien años más tarde, a fines de 2019, un brote por coronavirus cuyo origen estuvo en China se expandió rápidamente por el resto del mundo. Menos de tres meses después, la Organización Mundial de la Salud señaló que ya era una pandemia y, de este modo, iniciaron los aislamientos preventivos en la mayor parte de las naciones.

Dado que en aquel momento aún no estaban listas las vacunas contra el virus, se recomendaba un confinamiento de entre cinco y diez días, incluso, hasta catorce.

Esto prevendría que el virus continúa expandiéndose por la sociedad, ya que era altamente contagioso y, con el colapso de los sistemas sanitarios a nivel mundial, la dificultad de atención en aquel entonces era muy alta. Hacia 2022, los aislamientos preventivos dejaron de ser una regla, y tampoco fue necesario hacerlo aún con un contacto con COVID-19 positivo, por lo que poco a poco la vida social comenzó a normalizarse.

Citar este artículo

Fernández, A. M. (31 de marzo de 2023). Definición de confinamiento. Tipos, rasgos y usos. Definicion.com. https://definicion.com/confinamiento/

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