La palabra acompañante se utiliza para hacer alusión a alguien que acompaña, mientras que la palabra terapéutico refiere a las cuestiones que se vinculan con todo lo relativo a una terapia o al tratamiento de determinadas afecciones, enfermedades, malestares o condiciones.

Etimológicamente, acompañante viene del verbo transitivo acompañar, al que se le suma el sufijo –nte. Por su parte, terapéutico se conforma por raíces griegas, y se compone de therapeuein, que es cuidar, proporcionar atención o aliviar, junto con el sufijo –tico, que indica una relación.

Rol del acompañante terapéutico.

La figura de acompañante terapéutico se condensa en un profesional que sirve de instrumentación para un tratamiento alternativo que ofrece la salud mental hace varias décadas.

Esta persona se encarga de acompañar al paciente en su rutina diaria, en sus entornos habituales, y lo ayuda a desenvolverse a conciencia de las dolencias que carga, buscando las maneras de sortear las dificultades que se presenten a medida que ocurren.

Esto no es aislado del tratamiento del paciente, sino que genera un trabajo en conjunto con los profesionales de la salud mental que marcan las pautas del tratamiento que corresponda, así que se trata de una labor interdisciplinaria.

Gracias a la presencia de un acompañante terapéutico, la persona puede desarrollar una vida más autónoma, sosteniendo o restableciendo los vínculos que correspondan a sus diversos entornos, como pueden ser la familia, las amistades, el trabajo, el estudio u otros.

Acompañante Terapéutico, trabajo en equipo, trabajo interdisciplinario
Trabajar de forma interdisciplinaria promueve diversos puntos de vista en función de planificar la mejor vida posible para el paciente.

También es tarea del acompañante terapéutico servir de mediador, a través de la prevención o el acompañamiento en situaciones que puedan suponer ciertos roces en la vida diaria. Se favorece así una red de contención que no solamente le sirva para recuperarse, sino para evitar confrontaciones que terminen por generar una estigmatización social para el afectado.

Como cada individuo tiene problemáticas distintas y una vida diferente, con todo lo que eso implica, es lo particular de cada caso lo que marcará la planificación que el profesional a cargo determine para que el tratamiento y la vida del sujeto se desarrollen del mejor modo posible.

Es desde ese particular que saldrán las pautas para delimitar la tarea que realizará el profesional junto al paciente. En ese contexto se tendrán en cuenta las necesidades, las limitaciones, las gente con la que se cuenta y los entornos que debe o no habitar cada individuo, en compañía del personal asignado a acompañarlo en sus quehaceres.  

Acompañante terapéutico, ir al trabajo, compañía
La compañía de un profesional ayuda a volver menos riesgosas, y sentir menos amenazantes, todo tipo de tareas cotidianas.

Para qué sirve contar con un acompañante terapéutico.

En general, la necesidad de un acompañante terapéutico la determinan los psicólogos o psiquiatras a cargo del tratamiento integral. Se trata de un recurso de la medicina clínica que sirve para varias cosas, entre ellas:

  • Evitar que alguien tenga que ser internado en situaciones de carácter crítico que puedan afectar al individuo o a su entorno familiar y social. Así, tener un profesional de compañía termina por cumplir un rol parecido al de la internación domiciliaria. Esta figura se encargará de algunas cuestiones como suministrar la medicación, hacerle circular información diaria al médico y llevar adelante las acciones que vayan surgiendo a partir de lo que el paciente trabaja en sus sesiones, mientras que sigue con sus quehaceres cotidianos, en caso de ser posible.
  • Evitar la internación en una circunstancia de carácter crítico y servir de compañía para aquellos que no cuenten con contención de entornos familiares, que vivan solos. Así, el acompañante se desempeña como una especie de «par» que ayuda a evitar que el individuo quede aislado y pueda continuar con una vida de mayor calidad.
  • Estimular las funciones del paciente que estén sanas o con menor daño, en los casos en los que el individuo tenga determinadas disminuciones que lo retraigan o le impidan valerse por sí mismo. En estos casos, el profesional acompañará al sujeto en sus actividades de la vida diaria, como pueden ser tomar transportes o asistir al centro de día, entre otras.
  • Servir de ayuda para quienes se encuentren en el proceso de ser externados. En la etapa del tratamiento en la que termina una internación, es importante tomar en consideración diversos factores. No solamente que el paciente pueda estar estable o compensado, sino que se pueda empezar a reinsertar en todos los ámbitos que corresponden a su vida. Para ese nuevo enfrentamiento con la realidad, reencontrarse con familiares y con su hogar y volver a empezar poco a poco con las actividades que pueda realizar, el profesional servirá de compañía, estimulando y brindando las herramientas necesarias.
  • Acompañar y contener tanto al paciente como a su familia en procesos críticos, en el caso de asistir a alguien que se encuentre en proceso de ser internado en una institución. Para esto se implementan las herramientas que se requieran para que la internación cumpla su rol, que es el de servir de terapia, y resulte menos violenta para todas las partes, ya que supone un gran cambio en la realidad de todos.
Acompañante terapéutico, psicólogo
La tarea del acompañante terapéutico se complementa con la de otros profesionales, como el psicólogo.

Casos en los que puede ser necesario un acompañante terapéutico.

La figura del acompañante terapéutico es utilizada para el tratamiento de diversas patologías:

  • En trastornos psicóticos como la paranoia, la esquizofrenia y la bipolaridad.
  • En trastornos del estado del ánimo, como la depresión y la bipolaridad.
  • En trastornos de ansiedad, así como fobias o drogadicciones.
  • En trastornos de la alimentación, como la anorexia o la bulimia.
  • En trastornos de la personalidad, como el narcisista, el trastorno límite de la personalidad o la personalidad antisocial.
  • En alteraciones graves de la conducta en las infancias.
  • En enfermedades de carácter psíquico que generen discapacidad en infancias y adolescencias.
  • En patologías psiquiátricas y neurológicas de pacientes adultos y adultos mayores.
  • En neurosis obsesivas, histerias y neurosis de la angustia, conocidas como ataques de pánico.
  • En afecciones de tipo clínico, como pueden ser pacientes con cáncer, portadores de HIV, pacientes con enfermedades de carácter terminal o personas con discapacidades en general, entre otros.

Citar este artículo

Krause, G. (24 de febrero de 2023). Definición de Acompañante Terapéutico. Rol, utilidad, patologías. Definicion.com. https://definicion.com/acompanante-terapeutico/

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