La palabra parásito es un préstamo tomado del latín parasitus. A su vez, este último vocablo se apoya en el griego parásito comensal, expresión que encuentra su origen en siteîn que refiere a “alimentar”. Es decir, “que come junto a”.

En este sentido, parásito describe a un tipo de organismo “que vive a costa de otro”, es decir, se alimenta de él o de las sustancias que produce un ser vivo perteneciente a otra especie.

Al hablar de parásito no podemos hacerlo de modo aislado, puesto que para que un parásito exista debe existir un huésped. O sea, un organismo capaz de generar alimentos y el ambiente que el parásito necesita para vivir. Esto quiere decir alimentarse, desarrollarse y reproducirse.

Un dato no menor es que un parásito se puede alojar tanto en el interior de su huésped como en su superficie. Con el tiempo, esto puede provocar diferentes tipos de afecciones, siendo, en algunos casos, mortales.

parásito mascotas
Las mascotas suelen tener parásitos, por ello es fundamental el control del animal.

Aludimos a parásito para hacer foco en una clase de organismo animal o vegetal que necesita de un hospedador para desarrollar sus funciones vitales. Es su huésped quien le brinda las condiciones necesarias para desarrollarse eficazmente. Sin embargo, este parásito no aporta ningún tipo de beneficio a este organismo que lo aloja, más bien puede ocasionar daños, lesiones o, incluso, enfermedades. De ahí su significado etimológico, comensal, ya que solo se alimenta y cumple con sus funciones a costa de otro.

Características de un parásito.

Si bien se pueden destacar muchas características de los parásitos, nos remitiremos a las principales.

Relación simbiótica.

Entre el parásito y su hospedador se produce una relación simbiótica, en la que el primero es completamente dependiente del segundo en términos metabólicos. Sin embargo, no resulta beneficiosa para el organismo huésped.

En busca de beneficios.

El parásito se aloja en el cuerpo de otro ser vivo en busca de ciertos beneficios. Además de los ya mencionados como alimento, desarrollo y reproducción, el parásito también busca protegerse de depredadores y de competidores. Asimismo, se ven beneficiados de los cuidados parentales, es decir, de la protección de sus crías.

Lugar que ocupa.

El lugar que un parásito ocupa en el cuerpo de su huésped puede variar. Es decir, dependiendo del tipo de parásito será la zona del cuerpo del ser que toma como vivienda.

Por citar un ejemplo concreto: la pulga se ubica en contacto con el exterior del huésped. Sin embargo, la tenia está en el interior del hospedador. Existen, además, aquellos que se ubican tanto en el exterior como en el interior.

Entonces, podemos decir que pueden habitar tanto el interior como el exterior, en este último caso nos referimos al pelaje, la piel o la corteza del hospedador.

Morfología.

La morfología de un parásito depende de qué parásito que se trate. Sin embargo, es posible reconocer a aquellos que son planos y alargados y otros que son cortos y redondeados.

Pese a ello, podemos clasificarlos morfológicamente de la siguiente manera:

  • De forma redondeada: morfología que toma una vez que está dentro o en el exterior del hospedador. Se lo denomina amastigote.
  • De forma flagelada: morfología que toma un parásito cuando está en el organismo transmisor. Se lo conoce como promastigote.

Reproducción.

La reproducción de los parásitos puede ser de dos tipos:

  • Asexual
  • Sexual

Existen parásitos que pueden hacerlo de ambas maneras, siendo la primera sexual y la segunda, asexual.

Tamaño y alimentación.

El tamaño de un parásito dependerá del tipo de parásito del cual se trate. En general, pueden medir entre 250 micrómetros hasta 30 centímetros de largo. Estos últimos son conocidos como macroparásitos.

En cuanto a su alimentación, esto es muy variado, puesto que algunos se alimentan de sangre y otros, lo hacen a partir de ciertos nutrientes que recibe el hospedador gracias a su propia alimentación.

parásito enfermedad
Los parásitos pueden provocar infecciones de diferente tipo.

Clasificación de parásitos humanos.

En cuanto a su clasificación, existen tres clases de parásitos humanos. Ellos son:

  • Protozoos
  • Helmintos
  • Ectoparásitos

Protozoos.

Los protozoos son organismos unicelulares muy pequeños, por eso se los considera como microscópicos. Pueden tener vida libre o de tipo parasitaria y se multiplican en los seres humanos con mucha facilidad. Esto les permite sobrevivir con más fuerza, a pesar de que este mismo beneficio para ellos genera infecciones graves en el hospedador.

Este tipo de parásito vive en el intestino humano y se transmite a través de vía fecal-oral (agua o alimentos contaminados o de persona a persona). También están los que viven en la sangre del humano, los cuales se transmiten mediante un artrópodo vector.

Helmintos.

Los helmintos son organismos grandes y de tipo multicelular. A diferencia de los anteriores, los helmintos pueden ser observados a simple vista cuando logran la adultez. También tienen vida libre o de naturaleza parasitaria.

Cuando son adultos, no logran multiplicarse en los humanos. Básicamente, se trata de gusanos y son parásitos que existen en el cuerpo humano. Entre ellos encontramos los gusanos planos como la tenia; los gusanos de cabeza espinosa como los acantecéfalos y los gusanos cilíndricos.

Ectoparásitos.

Los ectoparásitos son un tipo de organismo parasitario que se adhiere a la piel del hospedador o que escarba sobre ella para introducirse en su interior y permanecer ahí durante un periodo prolongado.

Entre ellos encontramos a las garrapatas, las pulgas, los piojos y los ácaros. Suelen causar enfermedades importantes y son transmisores de múltiples patógenos que podrían producir morbilidad o mortalidad.

Según su tamaño.

Según su tamaño, podemos decir que los parásitos se dividen en dos grupos:

  • Los micro parásitos: son aquellos que son extremadamente pequeños y, a su vez, numerosos. Se multiplican dentro de las células del huésped.
  • Los macro parásitos: son aquellos que crecen, algunos en gran tamaño, pero no se multiplican dentro del organismo que los hospeda.

En ambos casos, viven dentro del cuerpo de un organismo y, normalmente, producen infecciones que pueden ocasionar daño tanto al hospedador como a otros seres.

Infecciones parasitarias.

Entre las infecciones que los parásitos pueden ocasionar en el ser humano, destacamos:

  1. Parasitismo
  1. Infecciones por giardia
  1. Leishmaniasis
  1. Malaria
  1. Chagas
  1. Oxiuros
  1. Criptosporidiosis
parásito insulto
Suele llamarse parásito a la persona que no produce nada para sí ni para la sociedad.

La palabra parásito también puede ser utilizada como insulto, es decir, como expresión para menospreciar a alguien o para hacer mención a su condición de vago. O sea, aplica para describir a una persona que depende de otros para subsistir.

Parásito como insulto.

Si bien mucha gente dependen de un prójimo como, por ejemplo, sucede con los hijos o una persona con problemas de salud, el concepto de parásito como insulto refiere a otra característica.

Más bien, habla de quien teniendo las capacidades para desarrollarse por sí mismo no lo hace, sino que aprovecha las capacidades ajenas para desarrollar su vida con completa comodidad.

Nos referimos a sujetos que viven sin trabajar ni estudiar. Y que, además, no generan ningún tipo de actividad que produzca economía o algún beneficio, ya sea para el mismo ser o para sus pares.

Una persona considerada como “parásito” representa un atraso, ya que en su vida no se producen cambios alentadores que lo lleven a tener un futuro prometedor, ni tampoco genera acciones provechosas para la sociedad en la cual habita.

Citar este artículo

Navicelli, V. (26 de octubre de 2022). Definición de parásito. Características, clasificación, infecciones parasitarias, parásito como insulto. Definicion.com. https://definicion.com/parasito/